Los pasajeros de un vuelo de Plus Ultra que cubría la ruta Madrid-Caracas se llevaron un enorme susto. El vuelo, que parecía rutinario, se alteró en cuestión de segundos cuando un pasajero disruptivo comenzó a molestar a la persona que iba a su lado. Primero le gritó y luego empezó a darle manotazos mientras ella dormía.
Al percatarse, la tripulación de cabina actuó, reubicando al pasajero en otro asiento donde no pudiera molestar y estuviera controlado. Sin embargo, la situación se descontroló cuando este individuo, con comportamiento errático, se dirigió de repente hacia una de las puertas del avión e intentó manipularla.