Este es parte del paisaje que rodea a Cayambe, cantón de la provincia de Pichincha que lleva el mismo nombre del volcán, ubicado a una hora y media de Quito, la capital ecuatoriana.
En esa localidad andina, llena de pequeñas tiendas que venden bizcochos con café desde el amanecer, hay otro olor que nutre su economía: el que sale de las florícolas que se asientan en los alrededores de la falda de ese volcán de 5.790 metros de altura.
Cayambe vive del bizcocho hecho en hornos de leña, pero también de las hectáreas dedicadas al cultivo de flores de exportación. Hace más de dos décadas esas áreas se destinaban a la ganadería y otras actividades agrícolas.
Bañada por el cruce de los ríos Granobles, Pulusí, Blanco y la Isla, y con un clima que bordea los 14 grados centígrados, esta localidad interandina de unos 40.000 habitantes ha sido privilegiada por ser uno de los sitios de Ecuador donde mejor se cosechan flores para exportar, especialmente rosas.
Las mujeres y hombres de Cayambe y sus alrededores trabajan varios meses del año en ese movimiento que se genera en las grandes fincas florícolas, que en algunas temporadas cosechan hasta 100.000 rosas cada día.
Con pequeños carritos que parecen de supermercados, los jornaleros, en su mayoría mujeres, se internan en los invernaderos y seleccionan los tallos más grandes que se envían a otros mercados por San Valentín, el Día de la Mujer y Día de la Madre, que son parte de las temporadas altas.
Mariela, una mujer de la zona de las florícolas, mantiene con la recolección de las flores a sus hijos. Como madre soltera es sustento de su hogar. Las plantaciones acogen a decenas de mujeres en esa condición.
La ruta de las flores, de las fincas a Tababela
Esa dinámica en las fincas es el inicio de toda una cadena exportable que se mueve hasta el aeropuerto Antonio José de Sucre, en Tababela, en las afueras de Quito, donde llegan decenas de vuelos de aerolíneas cargueras a recoger las flores.
La economía de las flores, en un país que nutría su balanza comercial principalmente de las exportaciones petroleras, comenzó a tomar fuerza a mediados de los ochenta, pero cobró más relevancia hace unos 25 años, cuando las rosas ecuatorianas ganaron reputación en países extranjeros y los pedidos fueron en aumento. Con ello se impulsó el mercado de carga aérea.
Con botones que llegan a 6 cm, tallos de hasta 1 metro y penetrantes olores, las flores ecuatorianas captaron adeptos en estos años, pese a que sembrar este cultivo en una economía dolarizada -desde el 2000 se usa dólar en Ecuador- es menos competitivo que en países como Colombia, que pueden devaluar sus monedas.
Ecuador, pese a ello, ha dado pelea para ganarse un espacio en el exterior. Estar en la mitad del mundo, a muchos metros sobre el nivel del mar, ayuda a zonas como Cayambe y Tabacundo a posicionar la calidad de sus flores.
Los rayos del sol caen perpendicularmente en esa área de Ecuador y eso permite reforzar el aroma, textura y color de las flores, dicen los finqueros.
Pero también ha ayudado el tener todo un proceso tecnificado y de mucho cuidado. Un proceso que dura unos seis meses, desde la siembra a la cosecha.
Esa dinámica en las fincas es el inicio de toda una cadena exportable que se mueve hasta el aeropuerto Antonio José de Sucre, en Tababela, en las afueras de Quito, donde llegan decenas de vuelos de aerolíneas cargueras a recoger las flores.
La economía de las flores, en un país que nutría su balanza comercial principalmente de las exportaciones petroleras, comenzó a tomar fuerza a mediados de los ochenta, pero cobró más relevancia hace unos 25 años, cuando las rosas ecuatorianas ganaron reputación en países extranjeros y los pedidos fueron en aumento. Con ello se impulsó el mercado de carga aérea.
Con botones que llegan a 6 cm, tallos de hasta 1 metro y penetrantes olores, las flores ecuatorianas captaron adeptos en estos años, pese a que sembrar este cultivo en una economía dolarizada -desde el 2000 se usa dólar en Ecuador- es menos competitivo que en países como Colombia, que pueden devaluar sus monedas.
Ecuador, pese a ello, ha dado pelea para ganarse un espacio en el exterior. Estar en la mitad del mundo, a muchos metros sobre el nivel del mar, ayuda a zonas como Cayambe y Tabacundo a posicionar la calidad de sus flores.
Los rayos del sol caen perpendicularmente en esa área de Ecuador y eso permite reforzar el aroma, textura y color de las flores, dicen los finqueros.
Pero también ha ayudado el tener todo un proceso tecnificado y de mucho cuidado. Un proceso que dura unos seis meses, desde la siembra a la cosecha.
Los que apostaron por este negocio invirtieron en invernaderos automatizados, desde el riego a la ventilación. En fincas de Cayambe, por ejemplo, hay invernaderos con sensores que abren y cierran techos y cortinas para mejorar la humedad.
Sin una buena rosa no hay clientes, no hay mercados ni menos aviones cargueros aterrizando para recoger flores para transportarlas a otros países. Por eso, el cuidado en las fincas es meticuloso. Las mujeres que recogen las flores son casi expertas. Cuentan los pétalos abiertos para ver si la flor está madura y cortan los tallos según los requerimientos a los que va el producto.
Según Expoflores, el gremio que aglutina a los productores y exportadores, en Ecuador 54.000 personas trabajan directamente en la actividad florícola, es decir, 10,2 trabajadores laboran por cada hectárea.
De enero a mayo es un período muy movido en las fincas de Pichincha, donde se concentra más del 60% de la producción exportable de flores ecuatorianas.
En época alta, las fincas envían hasta tres veces al día cargamento de flores al aeropuerto de Quito a través de camiones refrigerados. Las flores se cortan, se hidratan y empacan en cuartos de frío para un mejor tratamiento y el viaje aéreo que les espera.
Quinto rubro exportable de Ecuador
Los envíos de flores, que se hacen por vía aérea, representan el quinto rubro de exportación no petrolera para Ecuador. En el 2023, las exportaciones florícolas generaron 987 millones de dólares y se ubicaron después del camarón (7.205 millones de dólares), banano (3,771 millones de dólares), enlatados de pescado (1.328 millones de dólares) y cacao (1.323 millones de dólares), según datos del Banco Central del Ecuador.
Actualmente, Ecuador es el tercer proveedor mundial de flores. Datos de Expoflores, el gremio que aglutina a 100 socios, indican que Ecuador concentra el 10% del valor de exportaciones de flores al mundo luego de Países Bajos y Colombia.
Frente al 2022, el sector florícola experimentó un leve crecimiento del 4% en sus envíos.
El año pasado fue algo bueno para el sector, que se distancia de ese 2020 que estuvo marcado por los altibajos generados por la pandemia del COVID-19, que contrajo la demanda y bajó los precios. En el 2020 se exportaron 827 millones de dólares, un 6% menos que los 880 millones de dólares del 2019.
Cuando le va bien a las exportaciones, le va bien no solo a los productores, al aeropuerto, sino a la economía de las localidades que las producen como Cayambe, Tabacundo, donde la inyección de dinero mueve las ventas de sus negocios, tiendas, abarrotes.
En términos del Producto Interno Bruto (PIB), en el 2023 las exportaciones de flores representaron el 8% del PIB agrícola de Ecuador. Para el año pasado, el sector florícola se ubicó como la quinta actividad en la producción agrícola del país, según datos del Gobierno de Ecuador.
De allí que esta es una de las actividades agrícolas que se ha tratado de precautelar a través de acuerdos con otros países y mejores condiciones arancelarias de acceso.
A más de Pichincha, Cotopaxi, Carchi e Imbabura, provincias de la Serranía ecuatoriana, dependen de la economía florícola y sus envíos aéreos.
Especies que vuelan a diferentes destinos
La ubicación geográfica y clima de la serranía de Ecuador permite sembrar y cosechar una serie de especies de flores. Expoflores indica que para el 2023, las flores ecuatorianas fueron a más de 100 países. Están en eventos que se realizan en la Casa Blanca, en Washington, como en las tiendas del lejano Kazajistán, en Asia Central.
Los principales mercados de exportación de las flores ecuatorianas son Norteamérica (Estados Unidos y Canadá, con 375 millones de dólares); sigue la Unión Europea (254 millones de dólares) y Euroasia, con 147 millones de dólares. De Quito salen cargueros para esos mercados.
Las rosas son las más apetecidas por los usuarios. El 77% de los envíos corresponden a rosas, 12% flores de verano, 7% son gypsophila, 2% claveles, 2% flores preservadas, y 1% alstroemeria.
Uno de los atributos que ha ganado la rosa ecuatoriana es su larga duración. Esta puede durar unos 30 días desde que se la corta hasta que se marchita.
El empuje para el tráfico de cargueras
El movimiento que genera el comercio de flores ha ayudado a desarrollar más el mercado de vuelos de carga en la capital ecuatoriana. Al estar las fincas ubicadas en provincias cercanas al aeropuerto de Quito, este ha sido la opción más idónea para sacar la producción al exterior y ponerlas en las perchas en menos tiempo.
En temporadas de enero a mayo, hay un desfile de líneas de carga que aterrizan en Tababela. Una aeronave tras otra llegando o saliendo. Tal es la llegada de vuelos, que los spotters -los amantes de la fotografía de aviones- se autoconvocan y van en grupos para 'cazar' los aterrizajes o despegues de los aviones de carga, de modelos de Airbus o Boeing.
Los aficionados se apuestan en las cercanías y con sus cámaras captan pintorescas fotos de los cargueros de Emirates, Tampa, Sky Lease Cargo, Qatar, Latam Cargo, Avianca Cargo, UPS, Atlas, Absa, Martinair despegando en medio del paisaje andino.
Según datos de la Dirección de Aviación Civil de Ecuador, en temporadas altas de carga de flores deben aumentar el personal de la torre de control, pues hay un aumento entre el 20% al 30% de los vuelos. Cada aeronave pernocta entre cuatro y cinco horas para el despacho y carga.
En términos de volumen de carga, los envíos han mejorado. El 2023, por ejemplo, se evidenció un incremento en 11 de los 12 meses en comparación con el comportamiento obtenido en 2022.
San Valentín es una temporada clave. Semanas en las que más vuelos llegan a la capital ecuatoriana. Luego viene el Día de la Mujer y las Madres. En febrero del 2023 se registró el incremento más preponderante, de un 25% más que lo registrado en febrero de 2022.
En términos de volumen de carga, los envíos han mejorado. El 2023, por ejemplo, se evidenció un incremento en 11 de los 12 meses en comparación con el comportamiento obtenido en 2022.
San Valentín es una temporada clave. Semanas en las que más vuelos llegan a la capital ecuatoriana. Luego viene el Día de la Mujer y las Madres. En febrero del 2023 se registró el incremento más preponderante, de un 25% más que lo registrado en febrero de 2022.
La temporada de San Valentín 2024 no ha sido la excepción. Ha marcado récords no obtenidos años atrás. Del aeropuerto de Quito por vía aérea salieron 26.466 toneladas de flores, lo que supone un aumento del 17,3% en comparación con el periodo del 2023.
Quiport, la firma que tiene la concesión del aeropuerto de Quito, señala que con ese tonelaje se alcanzó un récord en los 11 años de operación del aeropuerto.
El día en el que se registraron más operaciones de cargueros y mayor volumen de flores fue el viernes 2 de febrero con 1.942 toneladas métricas enviadas a través de 31 vuelos. Fue el día con mayor volumen de exportación en toda la historia del aeropuerto de Quito.
Los registros de Quiport indican que solo durante en esta temporada de San Valentín 2024, en la plataforma de carga del aeropuerto de Quito operaron 16 aerolíneas con un total de 487 vuelos de carga de salida.
Ese tráfico de vuelos también es inédito para la actividad de carga del aeropuerto capitalino, ya que no se había tenido registro de ese número de aeronaves.
Con el aumento de las exportaciones de flores, el aeropuerto de Quito se ha ido acoplando para estar preparado para gestionar grandes volúmenes de carga de exportación.
La terminal de carga de exportación tuvo una ampliación, que le permitió crecer en 2.880 metros cuadrados en las áreas de ingreso de carga y de procesamiento, así como la expansión de la zona de maniobras para los camiones.
Quiport señala que este es uno de los factores que permitió un manejo más eficiente de la carga aérea en esta temporada de San Valentín del 2024.
El aeropuerto, administrado y operado por Corporación Quiport, contaba con una infraestructura de 56.500 metros cuadrados de área para operaciones de carga.
Actualmente en la terminal de carga internacional operan cuatro empresas paletizadoras ( Novacargo, Servipallet, Pertraly y Novasan), que se encargan de armar los palets de cajas de flores de acuerdo con las características de las aeronaves en las que serán transportados y los almacenan en cuartos fríos hasta que deban embarcarse rumbo a sus destinos.
Ramón Miró, presidente y director general de Quiport, semanas anteriores explicaba que estas empresas especializadas en paletizaje de carga que operan en el aeropuerto de Quito invirtieron en la ampliación de la terminal de carga para ofrecer una mayor facilidad logística y operativa.
“El Mariscal Sucre es uno de los polos de desarrollo más potentes que tiene la ciudad y el país, es el principal aeropuerto de carga aérea del Ecuador y uno de los más importantes de América Latina, lo que permite a Quito tener acceso por vía aérea a los mercados clave en todo el mundo”, decía.
eso superó las 289.000 del 2022. De eso, 282.000 toneladas que salieron de Quito, el 92% fueron flores, que es el principal producto exportable que se va por vía aérea.
Para la terminal quiteña han sido años de evolución. Desde el 2013 ya acumula más de 2,5 millones de carga transportada.
La plataforma del aeropuerto tiene un estacionamiento para atender a seis aviones de gran tamaño al mismo tiempo.
Para abastecer esta demanda, la aerolínea puso a disposición 20 aviones cargueros Boeing 797, con los que ofreció 236 frecuencias en total, saliendo desde Quito.
Del total de frecuencias que estipuló para la temporada, la mayoría iba a Miami y, en una menor escala, a Los Ángeles, en los Estados Unidos, y hacia Europa.
Avianca es otro protagonista importante en el transporte de las rosas ecuatorianas. El año pasado, Avianca Cargo incorporó dos frecuencias semanales desde Quito a Los Ángeles, diseñadas especialmente para atender al sector floricultor y diversificar la puerta de entrada de este producto a Estados Unidos.
Ese destino se sumó a Miami por el que envía una parte importante de la carga que sale desde Ecuador y Colombia en temporadas como el Día de San Valentín.
Quito le ha sacado provecho al impulso de este nicho de carga, superando a Guayaquil en los vuelos y aerolíneas que recibe en este nicho.
Por ingresos, el aeropuerto de Quito supera a Guayaquil. Parte de esos ingresos se nutren por el movimiento de carga que aglutina la capital. En el 2022, Quiport tuvo ingresos por
154,77 millones de dólares frente a los 97,46 millones que tuvo Tagsa, el concesionario del aeropuerto de Guayaquil, según datos de la Superintendencia de Compañías de Ecuador consultados por este blog.
Más aviones y más frecuencias
Con más carga pasando por el aeropuerto de Quito, las aerolíneas han puesto en la mira este negocio dinámico. Unas aumentaron el número de aviones para responder a la demanda o sumaron frecuencias en la capital.
Las aerolíneas saben que Quito está en el radar del movimiento de carga de la región andina, especialmente en el primer semestre de cada año, por sus envíos de flores.
Con más carga pasando por el aeropuerto de Quito, las aerolíneas han puesto en la mira este negocio dinámico. Unas aumentaron el número de aviones para responder a la demanda o sumaron frecuencias en la capital.
Las aerolíneas saben que Quito está en el radar del movimiento de carga de la región andina, especialmente en el primer semestre de cada año, por sus envíos de flores.
Latam Cargo incrementó el número de aviones. En la temporada de San Valentín del 2024, solo en Ecuador, proyectó trasladar más toneladas de flores.
Para abastecer esta demanda, la aerolínea puso a disposición 20 aviones cargueros Boeing 797, con los que ofreció 236 frecuencias en total, saliendo desde Quito.
Del total de frecuencias que estipuló para la temporada, la mayoría iba a Miami y, en una menor escala, a Los Ángeles, en los Estados Unidos, y hacia Europa.
En mayo de este 2024, Latam, al hacer una evaluación del Día de las Madres, la segunda temporada alta, indicó que las filiales de carga han duplicado prácticamente la cantidad de flores transportadas en comparación con la misma fecha en el año anterior, con cerca de 11.000 toneladas de flores, mayormente rosas, exportadas hacia los principales mercados globales en 189 despegues desde Quito.
Ello significó un aumento de un 70% con respecto al 2023, siendo los principales destinos Miami, Ámsterdam y Los Ángeles.
Claudio Torres Faini, director Comercial de Sudamérica en Latam Cargo Chile, refiere que el mercado de las flores en Ecuador y Colombia son representativos dado que mueven 300.000 empleos.
Las cargueras son claves para llegar a tiempo con flores frescas a diferentes destinos. "Asumimos la enorme responsabilidad de transportar sus flores hacia destinos globales en condiciones óptimas. Nuestro objetivo es que cada persona que reciba una de estas flores sienta su frescura como si acabase de ser cortada en la finca donde fue cultivada", afirma Torres.
Ese destino se sumó a Miami por el que envía una parte importante de la carga que sale desde Ecuador y Colombia en temporadas como el Día de San Valentín.
Este 2024, entre Ecuador y Colombia trasladó más de 400 millones de tallos de flores por el Día de la Madre, lo que representan cerca de 18.000 toneladas de carga, en unos 300 vuelos desde Colombia y Ecuador hacia Estados Unidos.
Para esta temporada de Madres 2024, por segunda vez, Avianca Cargo duplicó su capacidad regular para el transporte de flores, resaltando la exportación de rosas y claveles desde Bogotá, los pompones, hidrangeas y crisantemos desde Medellín, y las rosas, claveles y gypsos desde Quito.
Diogo Elías, vicepresidente senior de Avianca Cargo, dice que la aerolínea también apoya la dinamización de la economía colombiana y ecuatoriana, moviendo uno de los productos más significativos de la región, y ayudando a impulsar esta industria.
La región y Ecuador tienen oportunidades de crecer. Según los datos de IATA, la demanda de carga aérea en Latinoamérica mantuvo un crecimiento de dos dígitos en febrero del 2024. Alcanzó un crecimiento interanual del 11,9%
La IATA señala que los transportistas latinoamericanos experimentaron un crecimiento interanual de la demanda de carga aérea del 13,7% en febrero. La capacidad aumentó un 8,9% interanual.
Con un panorama de expansión en la región, la carga en la capital ecuatoriana tiene espacio para crecer. Cayambe podrá seguir oliendo a bizcocho, pero también emanando ese agradable aroma de sus rosas que nacen a orillas de un volcán y vuelan a otros países.
Del campo a las bodegas: el proceso de exportación
🌹🗻🗽Una vez que se recogen las flores en el campo, el producto va a un área de clasificación en paquetes envueltos por una malla. Los jornaleros, en su mayoría mujeres, seleccionan los mejores ejemplares.
🌹🗻🗽Las mejores flores van a los bonches en función de las exigencias del mercado. El producto va a un cuarto frío a la espera de que vayan en camiones refrigerados hasta el aeropuerto Mariscal Sucre en Tababela.
🌹🗻🗽Una vez en el aeropuerto, la carga de las flores pasa por los escáneres de seguridad o rayos X para ver el contenido.
🌹🗻🗽Tras pasar la inspección, la carga se coloca en palets. La forma y la altura de los palets se ajusta a la configuración del avión. Luego se lleva la carga a cuartos de frío en la terminal de carga, cuya temperatura oscila entre 2 y 8 grados centígrados.
🌹🗻🗽Cuando los aviones llegan, las flores se sacan de los cuartos de frío y se trasladan a las bodegas de los aviones.
Por Jorge Villón
Fotos: Expoflores, Quiport, PG, Latam, Avianca, Pulso Guayaco
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