Como si se tratara de una película, unos robots que tienen la pinta amarilla de Bumblebee, de la serie Transformers, están inmersos en las líneas de producción de una de las plantas de Chery, en Wuhu, al este de China.
Se los ve en las líneas por donde comienzan los primeros pasos para armar las carrocerías de los vehículos que se producen en esa planta. Una pieza tras otra pasa por las líneas de ensamblaje robotizadas, que se marcan con precisión.
Wuhu, una ciudad de 4 millones de habitantes que está al pie del enorme río Yangtsé, es la sede del grupo Chery. En esta ciudad al menos equivalente al 1% de su población está inmersa en la actividad que mueve este grupo.
Chery es uno de los principales exportadores de autos de China. En los últimos años ha estado enfocando una estrategia no solo para posicionar la marca con la que se hizo conocer en unos mercados extranjeros, sino pensando en otras, destinadas a nuevos consumidores.
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Omoda y Jaecco son nuevos sellos que el grupo ha comenzado a penetrar en varios países. Son marcas que apuntan a segmentos de consumidores distintos, que gustan de la moda, la tecnología, la aventura y el lujo.
Y estas marcas las han pensado no solo como un sello de carros, sino como una línea de la que nacen otros productos derivados como implementos deportivos, drones, bicicletas, con enfoque ecológico.
Omoda entró a México este 2023 y para el 2024 pretenden ingresar a otros mercados latinos como el ecuatoriano.
En octubre pasado, la marca realizó una convención en la que presentó sus modelos a gasolina y eléctrico, al que llama el E5.
Dentro de un área de pruebas acondicionada en las afueras de Wuhu, la marca expuso ante periodistas e influencers las bondades de este modelo, en pista completa y un área de experiencia de aceleración en línea recta.
Allí, los conductores experimentaron la aceleración a los 100 km del E5 y su desempeño en una serie de simulaciones de carreteras, como circuito con bolardos en S y en 8.
El Omoda E5 está equipado con un sistema de energía avanzado con un motor eléctrico que se promueve como alta eficiencia y un paquete de baterías de gran capacidad.
Este SUV de aspecto deportivo tiene una peculiar delantera. Una mascarilla que parece un bordado de panal de abejas que se complementa con unas líneas de faros llamativos.
Por dentro, este carro tiene una estética de diseño atractiva, que apunta a ser vanguardista, con tecnología inteligente orientada al conductor futurista. Hay un amplio panel digital para varias funcionalidades, desde las básicas a otras de asistencia con voz.
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Durante nuestra estadía en Wuhu nos movilizamos en un modelo Omoda. Es un carro que tiene las prestaciones para una conducción deportiva.
Parece un SUV que se comporta bien en el arranque y la aceleración. Cierta tarde, en Wuhu, el conductor del Omoda en el que iba metió el acelerador al fondo en una vía urbana, y la sensación fue de una conducción suave. Tuve la impresión de que tiene un sistema de suspensión estable y flexible.
Los creadores de la marca apuntan a un consumidor joven, que se mueve entre lo exclusivo, tecnológico y lo que está de moda, de vanguardia.
De hecho, en la marca hay un juego de letras y conceptos que apuntan a ello. La O busca dar sorpresa, vigor, oxígeno y Moda deriva de la palabra Modern.
A octubre de este año, el volumen de entrega de Omoda llegaba a 12.842 unidades, que según la empresa demuestra un sólido y sostenido crecimiento sobre los meses anteriores. Este año, las ventas de exportación acumuladas de la marca han superado las 130.000 unidades.
La marca pretende entrar a Ecuador en el primer trimestre del 2024. Este es un segmento que en este país andino ha ido creciendo paulatinamente, pues las preferencias de los consumidores han ido migrando.
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