Una pareja joven entra a una de las tiendas de duty free del aeropuerto de Roma. Recorre las perchas mostrando interés en los perfumes. Parece probar varias alternativas.
En medio del descuido de los dependientes comienzan a guardarse unas cajas entre sus pertenencias. Al hacerlo se mezclan entre la gente y salen sin pagar de la tienda.
La secuencia es seguida desde un circuito cerrado de cámaras que controla el personal policial del aeropuerto italiano. Detectado el hurto, la policía sale tras los sospechosos. A ellos los llevan a la tienda de la que sustrajeron los perfumes. Al detectar que no tienen facturas del producto y verificar que no se ha registrado esa compra, la pareja es retenida. Ambos son llevados ante un comisario para que afronten cargos.
Los robos en los duty free de los aeropuertos son más comunes de lo que parece. Por ello las tiendas están ideando sistemas que permitan reducir las pérdidas generadas por pasajeros que se apoderan de las mercancías sin antes cancelar por ellas.
En aeropuertos de Europa, Estados Unidos e incluso Latinoamérica ya hay comercios de duty free que tienen enlazados sus sistemas de cámaras a los controles que hace la policía. Así, los movimientos de los pasajeros son minuciosamente controlados, aunque ellos no se den cuenta.
Los pasajeros sorprendidos son retenidos y, según la legislación local, están sujetos a multas económicas o afrontan cargos por hurto o robo sin violencia. En naciones europeas incluso hay casos donde la policía ha ingresado a aviones para detener a los sospechosos.
Cada país tiene sus parámetros para procesar a los pasajeros. Por lo general, el pasajero sospechoso pierde su vuelo al tener que responder por el hurto o robo ante las autoridades locales.
En países como Italia, los hurtadores de duty free son fichados y el hecho se ingresa al sistema. Dependiendo del monto del hurto, el pasajero podría continuar su viaje en el siguiente vuelo, pero sabrá que al volver a entrar a Italia tendrá que responder por la causa abierta.
En otras naciones hay sanciones más severas que van desde multas económicas y afrontar cargos hasta con 3 años de prisión. En este último caso el pasajero debe presentarse ante un juez.
Todo depende del monto que el pasajero haya sustraído. En países europeos hay legislaciones que solo registran pena de prisión cuando lo sustraído supera los 400 euros.
En otros territorios se considera un delito menor cuando el valor de la propiedad robada es inferior a 100 dólares. Pero cuando el valor de la propiedad robada está entre $ 750 y $2500 puede resultar en una multa de hasta $4000 y hasta 1 año en la cárcel.
En América Latina se han registrado casos de intento de robos de mercancías que superan los $1000 en las tiendas de tax free. En el 2019, en el aeropuerto de Lima, se detuvo a una mujer que se apropió de mercancía valorada en más de $3500. A la mujer se le abrió una causa por delito contra el patrimonio, en la modalidad de hurto agravado.
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