1.5.22

Ventajas y desventajas de tarjetas de crédito que acumulan millas

Tener una tarjeta de crédito que acumula millas por cada compra que se realice puede traer beneficios, pero también sus desventajas si no se conocen bien las reglas o los asteriscos que tiene cada emisor (banco) o el programa de recompensas.

Por lo general, cuando los bancos promocionan estas tarjetas suelen anunciar que todos los consumos acumulan millas, incluso en las cartas que envían al emitir las tarjetas  remarcan esto. No obstante, esto no refleja del todo el escenario real. Hay bancos que en esas cartas de bienvenida a sus clientes solo advierten de unos cuantos ítems que no acumulan millas y añaden una frase que puede estar así:  *Aplican restricciones. 


Precisamente esa frase puede esconder todas las restricciones que tiene la tarjeta y que el consumidor no las lee porque cuando firma el contrato con la tarjeta no tiene tiempo para revisarlo o se confía con lo que le dice la entidad o agente que los atendió. 

Este es un listado de ventajas y desventajas que tienen las tarjetas de crédito que acumulan millas.

Compensación por compras

Las tarjetas de créditos, dependiendo del emisor,  permiten acumular 1 milla por cada dólar gastado, sea con pago rotativo o diferido. Otras tienen la regla de dar una milla por cada dos dólares, especialmente en compras de supermercados. 

La idea de recibir una compensación por cada dólar gastado suena bien, pero esa compensación resulta mejor cuando la  tarjeta se usa para compras que se cancelan en rotativo, es decir, todo el pago al final del mes.  Diferir una compra con intereses para obtener unas cuantas millas no parece un buen negocio, pues al final esas millas 'ganadas'  te podrían significar un alto costo por los intereses a cancelar por la deuda. Así que es mejor pensar bien antes de endedudarse.


Canjes de productos, pasajes o servicios

Hay bancos que manejan tarjetas de millas en alianzas con aerolíneas. Y dentro de sus programas, las aerolíneas dan la oportunidad de cambiar las millas acumuladas con pasajes, estadías en hoteles, renta de carros o productos que tienen en sus catálogos. La ventaja de este tipo de tarjetas en alianzas banco-aerolínea es que se pueden canjear pasajes directamente en los portales de las aerolíneas y aprovechar ciertas promociones con descuentos que lanzan en ocasiones. 

Una desventaja es que algunas aerolíneas como Latam ya cobran las tasas en los pasajes canjeados con millas, algo que no cargaban antes, es decir, la ventaja era mayor, pues no se cancelaba nada, solo se debía ejecutar la rendención de las millas y listo.

 Otra desventaja que podrían suponer es que el canje de productos dependen de cada país. Si uno ve, por ejemplo, el catálogo de Latam Ecuador y lo compara con Latam Chile, este último tiene más opciones para canjear por productos o servicios. El catálogo para Ecuador es muy limitado. 


Ahora bien, hay emisores de bancos que tienen tarjetas con millas en alianzas con agencias de viajes o programas de viajes para cambiar pasajes. Esa triangulación no suena tan ventajosa, pues uno debe someterse a las opciones que tiene esa agencia de viajes. Es decir, no es lo mismo que uno canjee directamente un pasaje en el portal de la compañía aérea. Por eso hay que examinar bien las condiciones de estos programas. 

Otros bancos, en los últimos años, después de experimentar alianzas con aerolíneas en la emisión de tarjetas, se han adentrado a ofrecer sus propios programas de recompensa. En Ecuador, por ejemplo, Banco Pichincha incursionó en esto y dejó atrás una alianza con Latam. El programa de ese banco tiene un surtido catálogo para el canje de productos, pasajes y permite acumular millas sin que estas tengan un tiempo de caducidad.  Claro está, los productos más representativos demandan más de 10.000 millas y los ítems para canjer son limitados. Es decir, que cuando se complete el número de millas es posible que ese ítem ya no esté en stock. Así que es mejor no ilusionarse antes de tiempo y menos si no hay un alto consumo. Hay que examinar qué tipo de consumos se realizan. Si estos son bajos y no superan los 5.000 dólares al año se debería preguntar si vale la pena pagar por un tarjeta de estas. Porque al final si solo se gasta esto se tendría unas 5.000 millas, que al terminar un año solo servirán para canjear un producto menor que bien se puede comprar con lo que se pagaría por mantener la tarjeta. En el mejor de los casos, si hay promociones, se podría canjear un pasaje en una ruta local. Otra vez vale pesar la relación pago-beneficio. 

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Acceso vip en aeropuertos

Las tarjetas de crédito con planes de recompensa, especialmente las de un segmento alto, suelen incluir el acceso a las salas vip. El número de accesos va de la mano de los consumos. Existen tarjetas que con consumos mensuales mayores a 1.000 dólares permiten entrar sin límites a las salas vip de los aeropuertos, donde se puede tener servicio de alimentación y bebidas. También tienen opciones de ciertas entradas limitadas al año por cada ciertos consumos. Además unas dan la opción de acceder con un pago de 22 o 25 dólares. En esos casos vale plantearse si es conveniente pagar para entrar a una sala vip cuando por ese valor se puede adquirir un platillo decente en algún restaurante o local de un aeropuerto. 


Una desventaja es que con más programas de recompensa en el mercado,  el número de personas entrando a las salas vip también ha ido en aumento. En Quito y Guayaquil, hay días en que las salas vip pasan llenas. Encuentras comida, piqueos, pero no donde sentarse. Igual sucede en otros aeropuertos internacionales. 

Cuidado con el costo

Las tarjetas de crédito con millas solían tener antes más beneficios e incluso en unos países no había un costo anual por tenerlas. En ciertos países como Ecuador, este tipo de tarjetas ya dejaron de ser gratuitas. Dependiendo del banco, hay emisores que ofrecen un año sin costo de la tarjeta, pero al segundo año comienza a cobrar un rubro anual. Hay bancos que cobran desde 50 dólares anualmente por la tarjeta. 


Los asteriscos, importante leerlos

Cuando alguien va al banco y se deben firmar varias hojas del contrato de la emisión de tarjetas con millas, casi  nadie se toma la molestia de  ver o leer detenidamente. Porque eso demandaría tiempo, así que muchos terminan firmando y confiando en las bondades que el agente esgrime del programa. Casi siempre se dice lo bueno, pero se omiten las restricciones que sí tienen esos contratos. 

Cuando uno recibe la carta de bienvenida con la tarjeta, por lo general, se indica que los consumos que no acumulan son los avances en efectivo, los refinamientos e intereses y los consumos en gasolineras.

Pero lo cierto es que hay tarjetas que esconden más restricciones. Por eso, es necesario buscar las condiciones en los portales web de los bancos para empaparse bien del asunto. Algunos las tienen descritas en sus enlaces de Transparencia o calificadas como excepciones en planes de recompensa. 

Allí, por ejemplo, se suelen detallar los tipos de compras, adquisiciones o pagos que no acumulan millas, como los financiamientos de motos, compras de carros, multas, pagos de impuestos, servicios gubernamentales, servicios financieros express, y otros tipos de convenios. 

Intereses a la vista

Como toda tarjeta de crédito, las que vienen con la posibilidad de acumular millas cobran intereses por compras en diferido. Es necesairio que se revisen los intereses que cobran. Hay unas, por ejemplo, que tienen tasas de interés que van del 14 % al 17 %, un rubro alto para una economía dolarizada. 

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