11.4.22

Cómo preparar a un niño para su primer vuelo

Arlette cumplió siete años. Ya había viajado en auto a diferentes ciudades de Ecuador, pero este año nos pidió viajar en avión. Como en la escuela había escuchado de viajes de sus compañeros, ella quería experimentar qué se siente volar.

Nuestra duda era si esta primera experiencia debía ser un viaje de corto o largo alcance. Nos decidimos por uno que fuera algo corto, pues habíamos notado que en viajes en vehículo no disfruta mucho cuando el trayecto es mayor a dos horas.


Después de analizarlo, nos inclinamos por un vuelo de Guayaquil a Quito que dura unos 45 minutos.

👉Guía completa para visitar Galápagos

Involucrar al niño en la experiencia desde el inicio

Para preparar el viaje comenzamos la búsqueda de pasajes un mes antes. Esto nos permitió tener una tarifa de menor costo  frente a una compra que se la hace una semana antes. Involucré a Arlette en la compra digital. Con ella vimos las opciones que había en las web de Avianca, Equair y Latam, las aerolíneas que operan en el mercado doméstico de Ecuador. Le fascinó la idea de ir buscando alternativas de  vuelos. Al final, escogimos un vuelo de Latam, que para la semana de viaje tenía una tarifa más baja. Para la compra es necesario tener listo el número de identidad del menor y percartarse de escribir bien el nombre, pues así aparacerá en el billete. La cédula de identidad es necesaria además para viajar. 


La selección de asientos

Una de las experiencias de volar es sentir esa sensación del despegue y aterrizaje. Cuando el avión deja pista y comienza a elevarse para llegar a los 10.000 pies de altura. Como el aeropuerto de Guayaquil queda dentro de la ciudad, esa experiencia suele ser mejor. El vuelo que seleccionamos salía un sábado por la mañana. Con Arlette escogimos un asiento  de ventana. La fila 9 de un Airbus 319 para el viaje de ida a Quito, que está a unos 2.800 metros sobre el nivel del mar.



A ella le expliqué que el día del vuelo podía ver toda la ciudad y disfrutar el río Guayas, que cobija la ciudad, al momento del despegue. Le encantó la idea, pero su expresión quedó corta al ver su cara de asombro y felicidad el día del vuelo. Todo un espectáculo para ella ver el centro de la ciudad desde el aire en una mañana despejada. 



Enseñarle sobre las normas

Arlette lucha con el cinturón de seguridad del carro. Cuando ocupó su asiento en el avión y vio el cinturón de seguridad no le gustó tanto la idea. Pero fue una oportunidad para explicarle que aunque el avión es un medio de transporte seguro, con menos índices de accidentes, debía hacerlo por su seguridad. Lo bueno es que solo debe hacerlo al despegar y aterrizar.
 También que debía ajustarse a otras reglas como no bajar la bandeja del asiento en el despegue y apagar o poner en modo avión los dispositivos celulares y electrónicos. Como nuestro asiento estaba delante de la salida de emergencia  sirvió para decirle además que allí no pueden ir sentados niños, pues es una puerta para que los pasajeros salgan en caso de una situación inesperada.

El chicle para evitar el taponamiento de oídos

Una de las cosas que detesta un grupo de  personas al viajar en avión es la sensación de los oídos tapados cuando el avión toma altura. Arlette lo sintió a unos 10 minutos del vuelo cuando me dijo: "Papi siento mis oídos tapados". Aunque lo tenía en mente, olvidé darle un chicle para que mastique al despegar, un truco que se usa con frecuencia para evitar esa sensación. A falta de chicle lo mejor fue hacerla 
 bostezar, pues al abrir la boca se activan  músculos que abren la trompa de Eustaquio. Ese traumatismo se llama barotrauma y se produce por los cambios bruscos de presión en los viajes de avión.

Una pequeña maleta para que aprenda a manejar su equipaje

Como Arlette tiene edad escolar decidimos que en su primer viaje vaya con una mochila pequeña de hombros. Sencilla, sin mucho  peso. Lo hicimos  para que vaya aprendiendo el proceso de seguridad al pasar por los filtros de sala de embarque. Sacarse de encima algunas prendas, dejar rodar su mochila para que pase por los rayos x... También le entregué su pase de abordar y su cédula de identidad para que ella lo muestre al acceder a la sala de embarque y en la puerta de acceso a la manga. Lo hizo bien, le gustó hacerlo por su cuenta. Cuando llegó a su puesto, puso la mochila debajo del asiento y ella se encargó del procedimiento al descender del avión.  



Un entretenimiento para el trayecto

No todos los aviones que operan en Ecuador tienen sistema de entretenimiento a bordo. Así que hay que ir preparado para entretener a los niños en el vuelo. Los aviones de Latam que operan en Ecuador no poseen pantallas para entretenimiento, pero sí su app que permite acceder a contenido para niños. Antes era un poco complicado acceder, pero ahora se ha simplificado el proceso. De hecho, en cada asiento hay un código QR para entrar a la plataforma de entretenimiento a través del celular. Arlette escogió ver la película Encanto, que la vio una parte en el vuelo de ida y otra en el retorno.

Te puede interesar:

👉Esto cobran las aerolíneas por servicio de acompañamiento a niños que viajan solos






No hay comentarios:

Publicar un comentario