27.10.20

El Telégrafo I, un siglo de la hazaña por los andes ecuatorianos

Sobre una carroza alegórica con forma de un cóndor andino se exhibió en Quito, el 27 de octubre del 2020, el avión El Telégrafo I. La emblemática nave abrió parte de la ceremonia por los 100 años de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE).

El biplano, modelo Macchi Hanrriot D, surcó por primera vez los andes en un vuelo que partió de Guayaquil y culminó en Cuenca el 4 de noviembre de 1920. 



Al mando de la nave iba el piloto italiano Elia Liut, que en julio de ese año había llegado a Guayaquil para realizar unas exhibiciones. 
Ese vuelo fue considerado histórico debido a que era la primera vez que se cubría una ruta interandina. 

El director de diario El Telégrafo, José Abel Castillo, dueño del avión, apoyó esta iniciativa, que algunos consideran el inicio de los vuelos en Ecuador.

La nave se encuentra actualmente en el Museo Aeronáutico y del Espacio ubicado en la Base Aérea Mariscal Sucre, junto al antiguo aeropuerto de Quito.

El Macchi Hanrriot D está pintado de color gris y en la cola tiene la bandera tricolor. Se exhibe en una parte cubierta del museo, que tiene algunas fotos históricas de ese primer vuelo de Liut.


Los registros históricos indican que el vuelo entre Guayaquil y Cuenca fue organizado para festejar el centenario de independiencia de esa ciudad. La idea original era llevar desarmado el avión hasta Cuenca para hacer una exhibiciones como se lo había hecho en Guayaquil.

Pero Liut se opuso a ese plan y planteó la posibilidad de cubrir la ruta volando desde Guayaquil. La mañana del 3 de noviembre de 1920 una multitud se congregó en el hipódromo Jockey Club, en el sur de Guayaquil para ver el despegue de la nave. Tras una ceremonia y fotos, Liut partió con varios ejemplares de diario El Telégrafo y hojas volantes con saludos para Cuenca.

El clima no era el mejor. Al cabo de 30 minutos de vuelo, Liut tuvo que regresar. Volvió a intentarlo a las 09:30 del jueves 4 de noviembre.

Liut, en entrevistas posteriores, contó que voló a 4500 metros de altura y en el trayecto se topó con un enorme cóndor. La nave fue avistada en Cuenca a las 11:25 y aterrizó en el campo Jericó a las 11:45.


Antes de aterrizar, Liut lanzó volantes con el saludo del poeta cuencano Luis F. Lazo, que vivía en Guayaquil y que decía: "A Cuenca, ciudad invicta, de patriotismo, del arte, de la belleza, donde ví la luz primera de su cielo, puro como el corazón de sus mujeres sereno, como conciencia de sus habitantes...".

El corresponsal del diario El Telégrafo estimó que unas 40 000 personas recibieron a Liut con algarabía. La gobernación le rindió un homenaje.

Las crónicas de entonces señalan que Liut llevó una valija que se convirtió en el primer correo aéreo en Ecuador.

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