La gente se había congregado en el Jockey Club, el hipódromo que Guayaquil tenía en 1913. Era 8 de octubre. Y ese día la atracción no era una carrera de caballos, sino el inicio de una temporada de aviación.
Los asistentes estaban entusiasmados por ver por primera vez un avión piloteado por un ecuatoriano. La aeronave había sido importada de Italia. Llegó desarmada a Guayaquil. Y aquí el avión Chiribiri, modelo N5, fue bautizado como Patria I.
Cosme Rennella, un piloto guayaquileño de origen italiano, iba a subirse al avión ese día. El club Guayas de Tiro y Aviación le había encomendado la compra.
La gente había pagado entre 40 centavos y 20 sucres para ver la exhibición. Tanta era la emoción que el público se volcó a la improvisada pista. La policía tuvo que intervenir para comenzar el primer vuelo.
Rennella finalmente despegó rumbo al sur. Su vuelo fue sobre unos 300 metros. Una banda de música acompañó la salida de tierra. El segundo vuelo fue algo accidentado. La nave cayó a tierra. El piloto salió con pocas lesiones. Un susto. Se habían programado tres exhibiciones. La tercera no se hizo por desperfectos del avión.
Historiadores dicen que así fue el inicio de la aviación ecuatoriana y por ello se atreven a afirmar que 'Guayaquil es la cuna de la aviación'. Un muro con el rostro de Rennella y otros aviadores ha sido colocado en el ingreso del actual aeropuerto de Guayaquil.
El Telégrafo I
Corría 1920 en Guayaquil. El dueño del diario El Telégrafo había comprado una aeronave Macchi Hanriot D. El piloto italiano Elia Liut llegó ese año a la ciudad para hacer exhibiciones en ese biplano. Pero sus planes eran más ambiciosos. Quería pasar la cordillera andina.
Le propusieron hacer unas exhibiciones en Cuenca, pero él quiso hacer la ruta Guayaquil-Cuenca. El primer intento fue el 3 de noviembre. El clima, sin embargo, jugó una mala pasada y Liut debió regresar.
Al día siguiente lo volvió a intentar saliendo nuevamente de la pista del Jockey Club en el Telégrafo I, como se bautizó a la nave.
El aeroplano fue avistado a las 11:25 en Cuenca y 20 minutos después aterrizó en el campo de Jericó. Este hito en la aviación está registrado en un museo de Cuenca, con una réplica a escala del avión.
La pista de Durán
Nueve años después operó una pista aérea bautizada como El Cóndor, en Durán, población ubicada frente a Guayaquil. Allí, en agosto de 1929, se presentó un avión de tres motores armado en los talleres del aeródromo.
Los historiadores señalan que fue el primer campo de aviación. También, en sus inicios, se realizaron lanzamientos de paracaidismo. Una foto de la época, compartida por el historiador José Gómez Iturralde, muestra la actividad que se desarrollaba en ese campo.
Las dificultades de cruzar el río para llegar a Durán motivaron a que se proponga la idea de hacer el campo de aviación La Atarazana, en el norte de Guayaquil. Por ello se acordó comprar 15 hectáreas de terreno de la hacienda Atarazana. En ese sitio funcionó la primera escuela de aviación de la ciudad.
Los hidroaviones en el río Guayas
El primer vuelo comercial que tuvo Guayaquil se realizó en junio de 1928. No fue en un pista de tierra. Se concretó en el hidroavión Atlántico que voló de Barranquilla a Guayaquil. La compañía Scadta trajo el hidroavión y acuatizó en el río Guayas luego de sobrevolar por la ciudad.
La aeronave estuvo unos días para realizar exhibiciones y luego comenzó a ofrecer servicios de encomienda. Todo un suceso.
A mediados de la década de los 30, Estados Unidos estaba empeñado en no descuidar sus relaciones con países de Sudamérica y apoyó el desarrollo de hidroaviones, en especial para llegar a países sin pista.
Así, la línea Pan American Grace, que luego adoptó el nombre de Panagra, estableció vuelos regulares con Perú y Panamá. Arrancó sus servicios en Guayaquil con hidroaviones que acuatizaban en el río Guayas. Los pasajeros luego eran trasladados a tierra en lanchas.
El historiador José Antonio Gómez Iturralde posteó este año una foto de un hidroavión que tuvo un percance en Playas. Nadie salió herido de gravedad.
Los registros periodísticos de 1939 también reseñan una tragedia aérea que dejó 22 muertos en Guayaquil. Ocurrió cuando un avión llamado Diablo Rojo se estrelló en Chile y Clemente Ballén, en un edificio de 3 pisos, propiedad de José Rodríguez Bonín. La nave fue rozando varios techos de viviendas. La tragedia pudo ser mayor.
El dominio de Panagra
Ya en la década de los 40, el poderío de Panagra en el negocio aéreo fue creciendo en Ecuador. Sus rutas eran demandadas. Incluso llegó a tener sus terminales con su nombre en Quito y Guayaquil. En 1944 se inauguró la ampliación de la terminal aérea de la ciudad que Panagra contrató por 3 millones de sucres.
Una foto de la época que reposa en el archivo patrimonial muestra a alumnos del colegio Americano abordando un avión de Pan American Grace en Guayaquil.
El inicio del aeropuerto grande
Recién en el periodo presidencial de Camilo Ponce Enríquez se colocó la primera piedra para el edificio de la terminal aérea Simón Bolívar, en la av. de las Américas. El hecho ocurrió en diciembre de 1956.
Para esa época, Panagra seguía operando los aeropuertos civiles del país, algo que terminó una vez que entró una dictadura militar y asumió esta labor.
El edificio de la terminal se construyó en la avenida de las Américas, en una zona que aún no estaba poblada como hoy. Era un aeropuerto que estaba en las afueras de la ciudad. La edificación fue inaugurada en 1962.
El aeropuerto que se construyó en esa época tenía en su fachada un enorme mural construído por el escultor Jorge Sweet. Este mural aún se conserva en el interior del actual Centro de Convenciones, en el antiguo aeropuerto.
La edificación de los sesenta tenía una particularidad: una terraza desde la que se podían ver los despegues y aterrizajes. Una terraza que adorarían los spotters de hoy. Los guayaquileños subían a esa terraza a despedir a sus familiares que iban al exterior. No había mangas. Los viajeros salían a la pista a tomar el avión y abordaban en los carros escaleras.
La remodelación integral
Para finales de los noventa, el viejo aeropuerto Simón Bolívar estaba deteriorado. Con muchas deficiencias que causaban molestias. El Gobierno pasó la posta al Municipio de Guayaquil en el 2001 para que lo administre.
El cabildo decidió remodelarlo y hacer un proceso para concesionarlo.
La remodelación del aeropuerto Simón Bolívar comenzó en agosto del 2002. En esa década, el aeropuerto recibía 1,8 millones de pasajeros año.
El grupo Corporación América ganó la licitación y creó Tagsa, la compañía local que lo administra.
La vieja estructura fue remodelada completamente, pero conservando el mural de Jorge Swett. Eso sí, el balcón donde la gente miraba la llegada de los vuelos, desapareció.
La nueva terminal JJO
El Patria que piloteó Cosme Rennella |
Los asistentes estaban entusiasmados por ver por primera vez un avión piloteado por un ecuatoriano. La aeronave había sido importada de Italia. Llegó desarmada a Guayaquil. Y aquí el avión Chiribiri, modelo N5, fue bautizado como Patria I.
Cosme Rennella, un piloto guayaquileño de origen italiano, iba a subirse al avión ese día. El club Guayas de Tiro y Aviación le había encomendado la compra.
El Jockey Club, escenario del primer vuelo |
La gente había pagado entre 40 centavos y 20 sucres para ver la exhibición. Tanta era la emoción que el público se volcó a la improvisada pista. La policía tuvo que intervenir para comenzar el primer vuelo.
Rennella finalmente despegó rumbo al sur. Su vuelo fue sobre unos 300 metros. Una banda de música acompañó la salida de tierra. El segundo vuelo fue algo accidentado. La nave cayó a tierra. El piloto salió con pocas lesiones. Un susto. Se habían programado tres exhibiciones. La tercera no se hizo por desperfectos del avión.
Historiadores dicen que así fue el inicio de la aviación ecuatoriana y por ello se atreven a afirmar que 'Guayaquil es la cuna de la aviación'. Un muro con el rostro de Rennella y otros aviadores ha sido colocado en el ingreso del actual aeropuerto de Guayaquil.
El Telégrafo I
Corría 1920 en Guayaquil. El dueño del diario El Telégrafo había comprado una aeronave Macchi Hanriot D. El piloto italiano Elia Liut llegó ese año a la ciudad para hacer exhibiciones en ese biplano. Pero sus planes eran más ambiciosos. Quería pasar la cordillera andina.
Le propusieron hacer unas exhibiciones en Cuenca, pero él quiso hacer la ruta Guayaquil-Cuenca. El primer intento fue el 3 de noviembre. El clima, sin embargo, jugó una mala pasada y Liut debió regresar.
Al día siguiente lo volvió a intentar saliendo nuevamente de la pista del Jockey Club en el Telégrafo I, como se bautizó a la nave.
Elia Liut voló de Guayaquil a Cuenca en 1920 |
El aeroplano fue avistado a las 11:25 en Cuenca y 20 minutos después aterrizó en el campo de Jericó. Este hito en la aviación está registrado en un museo de Cuenca, con una réplica a escala del avión.
La pista de Durán
La pista aérea en Durán |
Nueve años después operó una pista aérea bautizada como El Cóndor, en Durán, población ubicada frente a Guayaquil. Allí, en agosto de 1929, se presentó un avión de tres motores armado en los talleres del aeródromo.
Los historiadores señalan que fue el primer campo de aviación. También, en sus inicios, se realizaron lanzamientos de paracaidismo. Una foto de la época, compartida por el historiador José Gómez Iturralde, muestra la actividad que se desarrollaba en ese campo.
Aeronaves en el campo de Durán |
Las dificultades de cruzar el río para llegar a Durán motivaron a que se proponga la idea de hacer el campo de aviación La Atarazana, en el norte de Guayaquil. Por ello se acordó comprar 15 hectáreas de terreno de la hacienda Atarazana. En ese sitio funcionó la primera escuela de aviación de la ciudad.
Los hidroaviones en el río Guayas
El hidroavión Atlántico, en 1928 |
El primer vuelo comercial que tuvo Guayaquil se realizó en junio de 1928. No fue en un pista de tierra. Se concretó en el hidroavión Atlántico que voló de Barranquilla a Guayaquil. La compañía Scadta trajo el hidroavión y acuatizó en el río Guayas luego de sobrevolar por la ciudad.
La aeronave estuvo unos días para realizar exhibiciones y luego comenzó a ofrecer servicios de encomienda. Todo un suceso.
Un avión anfibio llegando al río Guayas |
Este avión Sikorsky captado en 1935 en la pista Simón Bolívar |
A mediados de la década de los 30, Estados Unidos estaba empeñado en no descuidar sus relaciones con países de Sudamérica y apoyó el desarrollo de hidroaviones, en especial para llegar a países sin pista.
Así, la línea Pan American Grace, que luego adoptó el nombre de Panagra, estableció vuelos regulares con Perú y Panamá. Arrancó sus servicios en Guayaquil con hidroaviones que acuatizaban en el río Guayas. Los pasajeros luego eran trasladados a tierra en lanchas.
El historiador José Antonio Gómez Iturralde posteó este año una foto de un hidroavión que tuvo un percance en Playas. Nadie salió herido de gravedad.
Un hidroavión accidentado en Playas |
Los registros periodísticos de 1939 también reseñan una tragedia aérea que dejó 22 muertos en Guayaquil. Ocurrió cuando un avión llamado Diablo Rojo se estrelló en Chile y Clemente Ballén, en un edificio de 3 pisos, propiedad de José Rodríguez Bonín. La nave fue rozando varios techos de viviendas. La tragedia pudo ser mayor.
El dominio de Panagra
Pedro Infante llega a Guayaquil en 1956 en vuelo de Panagra |
Ya en la década de los 40, el poderío de Panagra en el negocio aéreo fue creciendo en Ecuador. Sus rutas eran demandadas. Incluso llegó a tener sus terminales con su nombre en Quito y Guayaquil. En 1944 se inauguró la ampliación de la terminal aérea de la ciudad que Panagra contrató por 3 millones de sucres.
La aerolínea era la dominante en el mercado. Casi todos los visitantes famosos que llegaban a la ciudad lo hacían por esa compañía. De hecho, la estrella mexicana Pedro Infante llegó en uno de esos aviones cuando visitó Guayaquil en 1956.
Para ese año, la línea ya ofrecía vuelos a Nueva York en aviones DC7B y DC6B.
La terminal aérea de Guayaquil operada por Pan American Grace |
Una foto de la época que reposa en el archivo patrimonial muestra a alumnos del colegio Americano abordando un avión de Pan American Grace en Guayaquil.
Alumnos del colegio Americano abordando avión de Pan American Grace |
El inicio del aeropuerto grande
Recién en el periodo presidencial de Camilo Ponce Enríquez se colocó la primera piedra para el edificio de la terminal aérea Simón Bolívar, en la av. de las Américas. El hecho ocurrió en diciembre de 1956.
En diciembre de 1956, Camilo Ponce pone la primera piedra para edificio de aeropuerto |
Para esa época, Panagra seguía operando los aeropuertos civiles del país, algo que terminó una vez que entró una dictadura militar y asumió esta labor.
El edificio de la terminal se construyó en la avenida de las Américas, en una zona que aún no estaba poblada como hoy. Era un aeropuerto que estaba en las afueras de la ciudad. La edificación fue inaugurada en 1962.
El aeropuerto Simón Bolívar en 1962 |
El aeropuerto que se construyó en esa época tenía en su fachada un enorme mural construído por el escultor Jorge Sweet. Este mural aún se conserva en el interior del actual Centro de Convenciones, en el antiguo aeropuerto.
Fachada del aeropuerto Simón Bolívar |
La edificación de los sesenta tenía una particularidad: una terraza desde la que se podían ver los despegues y aterrizajes. Una terraza que adorarían los spotters de hoy. Los guayaquileños subían a esa terraza a despedir a sus familiares que iban al exterior. No había mangas. Los viajeros salían a la pista a tomar el avión y abordaban en los carros escaleras.
La terraza del viejo aeropuerto |
La remodelación integral
Para finales de los noventa, el viejo aeropuerto Simón Bolívar estaba deteriorado. Con muchas deficiencias que causaban molestias. El Gobierno pasó la posta al Municipio de Guayaquil en el 2001 para que lo administre.
El cabildo decidió remodelarlo y hacer un proceso para concesionarlo.
La remodelación del aeropuerto Simón Bolívar comenzó en agosto del 2002. En esa década, el aeropuerto recibía 1,8 millones de pasajeros año.
Vista interna del aeropuerto remodelado que se convirtió en Centro de Convenciones |
El grupo Corporación América ganó la licitación y creó Tagsa, la compañía local que lo administra.
La vieja estructura fue remodelada completamente, pero conservando el mural de Jorge Swett. Eso sí, el balcón donde la gente miraba la llegada de los vuelos, desapareció.
La nueva terminal JJO
Una vez que Tagsa asumió el aeropuerto comenzaron los planes para hacer una nueva terminal aérea nacional e internacional. El aeropuerto se construyó unos metros más hacia el norte de la avenida de las Américas, con un nuevo nombre: José Joaquín de Olmedo. Y el edificio del aeropuerto Simón Bolívar se transformó en un Centro de Convenciones.
Esta terminal fue inaugurada el 27 de julio del 2006. Ese año la terminal movió 2,77 millones de pasajeros. Una década después, en el 2016, la cifra llegó a 3,74 millones.
Esta terminal fue inaugurada el 27 de julio del 2006. Ese año la terminal movió 2,77 millones de pasajeros. Una década después, en el 2016, la cifra llegó a 3,74 millones.
El nuevo aeropuerto JJO inaugurado en el 2006 |
El Municipio de Guayaquil proyectó para el 2024 el nuevo aeropuerto de Daular, en las afueras de Guayaquil. Pero ese proyecto no se podrá concretar para ese año, debido a que aún no se logra cumplir el indicador para dar paso a la nueva terminal. La meta era llegar a 3,5 millones de pasajeros en vuelos internacionales, pero en el 2017 recién iban 1,9 millones en ese rubro.
Diseño del aeropuerto de Daular |
Fotos: Fotografía patrimonial, Archivo Histórico del Guayas, José Gómez Iturralde, Biblioteca Municipal, CCGSB y Pulso Guayaco
Te puede interesar:
La pandemia del coronavirus cambiará la forma de viajar en avión
Te puede interesar:
La pandemia del coronavirus cambiará la forma de viajar en avión
No hay comentarios:
Publicar un comentario