China es una nación manejada por un partido único: el comunista. Lleva décadas dirigida por ese sistema único que marca las decisiones políticas y económicas. Pero es un comunismo distinto al que tiene Cuba, que parece congelada en el tiempo, estancada y atrasada.
La China de este siglo ha mutado, es abierta, al menos a los capitales. Cuando uno pisa sus ciudades principales parece que uno está en occidente. Con enormes y modernas edificaciones que en la noche se iluminan para mostrar un escenario imponente. En Shanghái, una de las puertas de entrada, se ven marcas occidentales convergiendo con las chinas.
Donde se percibe el control de su gobierno en la población es en el acceso a las redes sociales y lo que se consume por web.
Los chinos, o al menos el común de los chinos, tiene restringido el acceso a Google, Instragram, X (antes twitter) , Facebook o cualquier otra red de occidente. Están bloqueadas en China.
Al menos están bloqueados para ellos. Los chinos tienen sus propias redes como wechat, que no solo funciona como un Whatsapp, sino como medio transaccional.
Los turistas tampoco tienen ese privilegio. Sin embargo, la mayor parte que sabe del bloqueo llega con VPN instaladas que liberan las restricciones. La VPN o red privada virtual permite acceder a internet y mantener la privacidad de la identidad digital del usuario. Funciona con un chip internacional que permita acceso a datos.
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Al conectarse a un servidor seguro de VPN, el tráfico de internet del usuario fluye por un túnel encriptado al que nadie puede acceder. Así, muchos viajeros que pisan China, acceden a web o redes sociales que para los chinos están restringidas.
En nuestro viaje reciente a China adquirimos un chip internacional y contratamos los servicios de una VPN. Hay VPN de todo precio, desde 10 a 15 dólares por mes, según la empresa. También hay opciones gratuitas, pero son limitadas, lentas y la mayor parte suman malas experiencias.
La VPN que adquirimos evadía el bloqueo y al menos era lo razonablemente rápida para contectarse a redes sociales o Google. Las búsquedas las hacía como si fuéramos usuarios que se estaban conectando desde Países Bajos y no desde China. La probamos en Wuhu y Shanghái. Respondió bien.
Los chinos que trabajan en grandes corporaciones y que tienen contacto con clientes de occidente suelen tener VPN para poder liberar el bloqueo.
De las VPN con mejor reputación destacan ExpressVPN, Cyber Gosh, Private internet access, Private VPN, IP Vanish, Nord VPN, entre otras.
Nosotros nos inclinamos con Express VPN, pues chinos nos habían comentado que es la que mejor funciona. Tiene soporte en español y permite devolución en caso de problemas.
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