Imperial Airways había colocado una pancarta en el fuselaje del avión. En ella destacaba la frase Worlds First Aircraft Cinema o el primer avión con cine en el mundo.
Era 1925. La aerolínea anunciaba así que en su servicio a bordo proyectaría la película el The Lost World o El mundo perdido, un filme en blanco y negro que había sido inspirado en la novela de Arthur Conan-Doyle.
Imperial Airways era una joven compañía británica que había iniciado sus operaciones en 1924 y apostado en la proyección de películas como una forma de llamar la atención y atraer clientes.
En los primeros servicios comerciales de ese tiempo, el concepto de entretenimiento a bordo apenas se comenzaba a explorar de manera incipida. No había pantallas individuales detrás de cada asiento. Lo máximo y atractivo era el servicio de comida que se ofrecía.
La apuesta de Imperial fue transmitir una película con un proyector que se instalaba en los aviones. Todo un operativo: subir el proyector con los carretes y alistarlo para que la película se refleje sobre un fondo blanco.
Las reseñas de la época indican que se realizaron dos vuelos en los que se mostraba la cinta de Hollywood. Uno de ellos fue de Londres a París y el otro alrededor de Croydon, cerca de la capital británica. Se cree que media docena de pasajeros en cada vuelo fueron los privilegiados en disfrutar la cinta a bordo. Así, Imperial Airways se convirtió en la primera aerolínea en proyectar una película de Hollywood en un vuelo.
Los aventureros llegan a una meseta del Amazonas que parece haber permanecido como en la época de los dinosaurios.
Se llamaba "¡Hola Chicago!" y, en realidad, más que un filme era una especie de anunció que mostraba la ciudad de Chicago.
Y esos vuelos se efectuaron durante la feria comercial llamada Chicago's Pageant of Progress.
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