30.11.20

La historia detrás del primer vuelo tripulado en Ecuador

Una multitud copaba las plazas del centro de Quito. Los balcones estaban llenos. En la capital se había corrido la voz de que un extranjero volaría por el cielo capitalino.

El aeronauta argentino José María Flores iba a cumplir ese reto: sobrevolar Quito en un globo. Era la primera vez que se intentaba ese desafío en el país, en una ciudad a 2800 metros sobre el nivel del mar.

Era la tarde del 4 de diciembre de 1842. El asunto había generado expectativas. Flores, quien había pasado antes por Perú y Chile, planeaba despegar desde el patio del convento de la iglesia San Agustín.


"Como el aeronauta carecía de gas hidrógeno puro, y de gas de carbón, infló su globo enrareciendo el aire por medio del fuego", señala la crónica del diario quiteño Gaceta del Ecuador.

Una vez listo, el globo comenzó a elevarse. Poco a poco se desprendía del suelo ante la admiración ciudadana. El aparato tomaba rumbo hacia el sur. La gente lo comenzó a visibilizar desde diferentes rincones.  

"Un alarido confuso mezclado de asombro, de contento, de piedad y de ternura, acompañó la marcha del globo, que habiéndose remontado a 300 pies sobre el centro de la ciudad, descendió en línea parabólica...", reseña la Gaceta.

El aeronauta comenzó a descender con pericia cerca al edificio del hospital de San Lázaro, situado en las faldas del Panecillo. El público lo comenzó a ovacionar. Era un momento de algabarabía. 

Carondelet estaba al tanto de lo que había ocurrido esa tarde. El presidente de la República de ese año lo recibió para felicirlo y reconocer su pericia. 

La hazaña de  José María Flores quedó registrada como el primer vuelo tripulado en Ecuador

Días antes de ese 4 de diciembre, José María Flores había realizado dos intentos, uno desde el parque de El Ejido. El globo sufrió una avería cuando se suspendió  a pocos metros de altura, por una poderosa ráfaga de viento.

La segundo ocasión, el vicecomisario de Policía, Tomás Gutiérrez,  intentó arrestarlo por no comprender exactamente lo que Flores estaba por realizar. 

El lunes 16 de enero de 1843 se registró otro ascenso de Flores sobre Quito. Ocurría casi 60 años después del punto de partida de la aeronavegación en el mundo con el vuelo del globo de los hermanos Montgolfier.

Flores no se afincó en Quito. Ese año se trasladó a Colombia, donde en junio de 1843 efectuó una demostración con su globo en Popayán. Esa vez partió desde el patio del Real Colegio y Seminario y, según los relatos, ascendió unos 400 metros. 





Tres meses después llevó su exhibición a Bogotá. En esa ciudad elaboró su propio globo de lienzo, de 25 varas de alto y 15 de ancho. Ese vuelo fue algo accidentado, pero el aeronauta sobrevivió y continuó con su espectáculo en otras ciudades colombianas.

El aventurero quería llevar su demostraciones más allá de Sudamérica. En 1948,  Flores, su esposa e hija, llegan a Guatemala con su globo en un baúl. El espectáculo se anunció en la plaza de Toros, con la presencia del presidente.

Al elevarse, el globo se comenzó a incendiar. Primeros los lazos que lo sostenían y la canasta. El  aeronáuta cayó. Ningún intentó pudo devolverle la vida. Se había ido y con él terminaba todo un raid que le había permitido recorrer algunos países latinos. 

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