1.3.23

Cese de operaciones en aerolíneas: el dolor de cabeza para obtener devoluciones de pasajes

En un mercado complejo como la aviación, el riesgo de que una aerolínea caiga en problemas financieros y cese sus operaciones es algo que está latente.

La pandemia del COVID-19 puso en aprieto a muchas aerolíneas grandes que tuvieron que recurrir a ayudas o declararse en bancarrota ante los problemas económicos que se generaron.


Dentro de ese cuadro de dificultades se quedaron unas en el camino y otras trataron de sobrevivir rogado por un milagro que mejore sus finanzas.

En América, líneas como Tame, de Ecuador; Interjet y Aeromar, de México, sucumbieron en medio de debacles financieras. La última aerolínea que se ha sumado a este club ha sido la colombiana Viva Air, que el 27 de febrero  anunció la suspensión de  sus operaciones de forma inmediata.


Como consecuencia de esa decisión, miles de pasajeros quedaron varadas en los aeropuertos en los que Viva Air tenía rutas.

Tras esa problemática, Latam, Avianca y Satena ofrecerían alternativas de vuelo que dependerían de la ocupación o sillas disponibles. Sin embargo, solo para aquellos pasajeros con vuelos comprados para el 27 y 28 de febrero o para el 1 de marzo. Se estima que 460.000 pasajeros tienen boletos de Viva Air. 

El cese de operaciones de Viva Air ha generado problemas similares a los que ocurrieron cuando Tame, Interjet y Aeromar cerraron.

Hasta ahora, por ejemplo, hay cientos de pasajeros de esas aerolíneas que no pudieron volar ni reuperar los valores de tiquetes que no usaron.

Y es que ante estos inesperados cierres, dependiendo de la legislación del país, los pasajeros que se quedan con boletos comprados para futuros vuelos son los más perjudicados. Esto se debe a que primero se busca hallar una solución para pasajeros que se quedan varados en aeropuertos  durante el cese de operaciones. El resto debe esperar.

La espera para la devolución de un pasaje para un vuelo a futuro en una empresa que cerró es, por lo general, un dolor de cabeza. Por ejemplo, Tame de Ecuador, que cerró en el 2020, no ha podido devolver los rubros de boletos a pasajeros que se quedaron sin volar. Primero la compañía en liquidación ha tratado de cubrir deudas con acreedores. En el orden de prelación, los clientes están a la cola.

En el caso de Interjet, que no contaba con oficinas en Ecuador, cientos de pasajeros se han quedado sin  la posibilidad de reclamar. Al no existir una representación local, cientos quedaron peregrinando con mail y call centers, sin respuestas. 

Los pasajeros de Viva Air podrían afrontar un problema similar.  Francisco Lalinde, presidente de Viva Air, habló con ‘Blu Radio’ de Colomnbia, y dijo que  “en este momento no tenemos capacidad para devolver plata” a quienes tienen tiquetes para vuelos futuros.

"Esa plata de los tiquetes, si entramos en proceso de liquidación, entran como deudas que tiene la compañía. Estamos en el proceso de la Ley 550 y la primera categoría que determina en materia de respuesta es a empleados", señaló.

En Colombia se cuestiona el por qué la aerolínea seguía vendiendo boletos en las vísperas de su cese de operaciones. 
 “Desde el jueves de la semana anterior veníamos buscando hablar con la aeronáutica civil. (...) El ministro sabía que estábamos en riesgo de cerrar operaciones entre lunes y martes. Y el director de Aerocivil tenía un WhatsApp de parte nuestra. Teníamos que resolver primero los aspectos legales”, justificó el ejecutivo de Viva Air. 

La decisión, según ese ejecutivo, se tomó a las 6:10 p.m. después de una asamblea con accionistas, pero hubo un proceso de una hora y media en el que definieron dónde quedaban los aviones que estaban en tierra, cómo comunicar a pilotos y demás personal que estaba volando, desconectar operación con agencias de viajes, entre otros aspectos legales.

Sigue la pista de la aerolínea

Cuando alguien opta por una aerolínea regularmente sigue a esa compañía por su experiencia de viaje o lo económico de los tiquetes.  Son  pocos los viajeros que miran la salud económica de esa aerolínea para basar sus compras o su fidelidad.

Por lo general, las aerolíneas no cierran sus operaciones de la noche a la mañana. Algunas emiten señales de que algo no anda bien en sus estados financieros. Estas son algunas señales que se pueden identificar en el camino:

Cifras en rojo

La prensa suele recoger reportes de los estados financieros de las aerolíneas. En algunos países hay reportes de cómo estuvieron las aerolíneas en cuanto a sus pérdidas y ganancias. Cuando hay aerolíneas que han reportado pérdidas consecutivas es una señal de que algo no anda bien en esa empresas. Los números en rojo deben ser una señal de alerta para el pasajero. Viva Air, por ejemplo, ya venía dando señales de su mal estado financiero. Había suspendido vuelos que salían desde Cali hacia Cartagena, Santa Marta y San Andrés. Se conocía que tenía aviones en tierra debido a que no estaba en capacidad de pagar las cuotas a sus dueños.

Vuelos suspendidos o demoras constantemente

Cuando una aerolínea ha mantenido frecuencias sostenidas y de repente comienza a eliminar paulatinamente esas frecuencias o números de vuelos es porque la ruta ya no está funcionando bien, porque sus niveles de ocupación han bajado. Es una señal para estar alerta. Porque eso podría estar advirtiendo de que la aerolínea está analizando si es rentable o no seguir sosteniendo esa ruta. 

Una oficina, una buena señal

Si bien las aerolíneas actualmente venden sus boletos por internet, una buena señal es saber que una compañía aérea tiene, por lo menos, una oficina en el país que opera. Es una posibilidad de poder realizar un reclamo presencial y no andar peregrinando en call centers que se manejan desde otro país. Eso se convierte en una desventaja cuando una compañía cesa operaciones. 


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