Bette Nash tenía 21 años cuando la aerolínea Eastern Air Lines la reclutó como ‘azafata’ en 1957. Los boletos costaban 12 dólares. Eran los años en que subir a un avión constitutía un lujo para las clases pudientes.
Las azafatas llevaban guantes y solían tener dos pares por si acaso uno se ensuciaba mientras trabajaba. Viajar era un placer en la primera clase, donde la comida era uno de los atractivos. Las azafatas servían tanto langosta como pato a la naranja y cortaban el asado. En primera clase, los clientes tenían derecho a platería y vajilla de porcelana.
Nash, la mayor de tres hermanas, llegó a ese mundo de la aviación cuando en Estados Unidos gobernaba Dwight Eisenhower.
De 85 años, Bette Nash es considerada la asistente de vuelo más longeva del mundo. Durante más de seis décadas ha estado sirviendo en cientos de vuelos en compañías americanas.
El 28 de marzo del 2021, American Airlines recordó que Nash ha estado volando con ellos durante 64 años y tiene la carrera de asistente de vuelo más larga de su historia. Una leyenda en la aviación.
Un vuelo que realizó en su adolescencia en un DC3 desde Dayton a Ohio marcó su interés por este mundo. La enamoró la apariencia elegante y los modales de la tripulación. Desde ese día supo que quería ese trabajo. Nada la detuvo hasta conseguirlo.
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Nash vive en Virginia, un estado vecino a la capital estadounidense. Cuando no está trabajando cuida de su hijo que tiene Síndrome de Down. Ella es madre soltera.
Por su edad y su antigüedad puede escoger los vuelos. Su aeropuerto base es el Ronald Reagan de Washignton y su ruta favorita es Washington-Boston-Washington.
A lo largo de su carrera, Nash ha contemplado la evolución de la aviación comercial. De esos años cuando los uniformes de las azafatas eran extravagantes y llamativos hasta huelgas, fusiones, y quiebras de las aerolíneas.
Ella incluso trabajó para Trump Shuttle, una compañía que fue brevemente propiedad del expresidente Donald Trump.
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En su carrera ha tenido que lidiar con vuelos turbulentos. Años atrás, recordó en entrevistas que llegando a Washington, su avión quedó en medio de turbulencias tan violentas que se desprendió parte de un inodoro y parecía como si un ala golpeara el piso.
“Fue simplemente terrible”, dijo Nash, recordando los rayos que se sucedían sin parar. “Creo que incluso volamos sobre la Casa Blanca esa noche, lo cual era completamente ilegal”. El avión tuvo que regresar a Nueva York.
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Con miles de horas de vuelo, Nash es reconocida por cientos de pasajeros que salen de Washignton. Muchos le piden una fotografía. Y quienes no saben de ella, la conocen cuando el capitán anuncia que el vuelo será atendido por Bette Nash, una de las asistentes de cabina con más años en American. Ella atina a saludar a los viajeros desde el pasillo.
A lo largo de su carrera, Nash ha servido a decenas de pasajeros famosos. Uno de ellos fue Jackie Kennedy, la exprimera dama estadadounidense, a quien conoció en un vuelo a Washington.
Cuando cumplió 50 años de carrera, la aeronave en que viajaba Bette Nash fue recibida en la pista con chorros de agua del Cuerpo de Bomberos, un honor normalmente reservado para pilotos veteranos o para el bautizo de un nuevo aparato. Bette, quien maneja un buen humor, sigue activa entre la aviación y su voluntariado en la iglesia. Volar es su terapia, pues la mantiene conectada al mundo, cerca a las personas.
Entra al Récord Guinness
Bette Nash entró este 2022 al Récord Guinness por tener la carrera más larga como asistente de vuelo: 64 años y 61 días. El dato se verificó en Arlington, Virginia, EE. UU., el 4 de enero de 2022.
Actualmente sigue siendo una asistente de vuelo activa. Su carrera supera a la última azafata más longeva con 63 años. 61 días a partir del 4 de enero de 2021.
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