La noche que abordamos el vuelo Quito-Houston de United, el avión estaba retrasado. Nos advirtieron desde el counter. En sala estuvimos una hora esperando la salida, que inicialmente estaba prevista para las 01:30.
El avión, un Boeing B 737-700, despegó a las 02:30. No hubo compensación por la demora. Eso sí, el embarque fue un poco más rápido y la espera en manga no tomó mucho tiempo.
Los asientos del vuelo que abordamos parecían recién tapizados. Azules. Pero la distancia entre un asiento y otro, en clase económica, no era muy amplio. Las rodillas pueden toparse con el asiento delantero si alguien sobrepasa el 1,70 metros de estatura.
El boleto en la ruta Quito-Houston incluía cena. La sirvieron a las 03:30, una hora después del despegue. Ya casi la mayoría iba durmiendo. Las personas que iban a mi lado no se sirvieron esa madrugada.
Las dos opciones abordo eran carne y pollo. Pedimos la segunda. Una especie de seco de pollo caliente acompañado de una ensalada, pan y postre. Pasable. No de lo mejor, pero pasable para un vuelo de casi cinco horas.
Tras la cena hubo otra pasada de servicio de bebidas, agua, café o jugo. Sin costo.
Si bien cada silla del Boeing B 737-700 tenía pantalla para entretenimiento, el servicio tenía un costo. Sí, en un vuelo de casi cinco horas, United cobra.
La parrilla de entretenimiento la proporciona Directv. Lo único gratis que se proyectaba eran microdocumentales. Pero claro, los podías escuchar si tenías tus propios audífonos. Ya no reparten los auriculares gratis, al menos no lo hicieron en ese vuelo.
También en los vuelos se brinda servicio wifi, pero con un valor. Bueno, si no puedes ver televisión, la opción está leer. United tiene su revista Hemispheres. Tiene diversas temáticas y destinos. Obviamente, el contenido está en inglés. Una desventaja frente a American Airlines que en sus vuelos por América Latina tiene una versión en inglés y otra en español.
El vuelo de United amanece en Houston, que tiene una hora menos de Ecuador. Eso permite sacarle provecho al día si el destino final es Houston o tener más posibilidades de conexiones si el destino final es otro.
Cuando llegó había pocos vuelos aterrizando, así que el paso por migración no tomó mucho tiempo. Menos filas, menos preguntas. Lo que sí demoró fue la entrega de equipaje. En una misma banda habían puesto los cinco vuelos que aterrizaron a esa hora.
El avión, un Boeing B 737-700, despegó a las 02:30. No hubo compensación por la demora. Eso sí, el embarque fue un poco más rápido y la espera en manga no tomó mucho tiempo.
Los asientos del vuelo que abordamos parecían recién tapizados. Azules. Pero la distancia entre un asiento y otro, en clase económica, no era muy amplio. Las rodillas pueden toparse con el asiento delantero si alguien sobrepasa el 1,70 metros de estatura.
El boleto en la ruta Quito-Houston incluía cena. La sirvieron a las 03:30, una hora después del despegue. Ya casi la mayoría iba durmiendo. Las personas que iban a mi lado no se sirvieron esa madrugada.
Las dos opciones abordo eran carne y pollo. Pedimos la segunda. Una especie de seco de pollo caliente acompañado de una ensalada, pan y postre. Pasable. No de lo mejor, pero pasable para un vuelo de casi cinco horas.
Tras la cena hubo otra pasada de servicio de bebidas, agua, café o jugo. Sin costo.
Si bien cada silla del Boeing B 737-700 tenía pantalla para entretenimiento, el servicio tenía un costo. Sí, en un vuelo de casi cinco horas, United cobra.
La parrilla de entretenimiento la proporciona Directv. Lo único gratis que se proyectaba eran microdocumentales. Pero claro, los podías escuchar si tenías tus propios audífonos. Ya no reparten los auriculares gratis, al menos no lo hicieron en ese vuelo.
También en los vuelos se brinda servicio wifi, pero con un valor. Bueno, si no puedes ver televisión, la opción está leer. United tiene su revista Hemispheres. Tiene diversas temáticas y destinos. Obviamente, el contenido está en inglés. Una desventaja frente a American Airlines que en sus vuelos por América Latina tiene una versión en inglés y otra en español.
El vuelo de United amanece en Houston, que tiene una hora menos de Ecuador. Eso permite sacarle provecho al día si el destino final es Houston o tener más posibilidades de conexiones si el destino final es otro.
Cuando llegó había pocos vuelos aterrizando, así que el paso por migración no tomó mucho tiempo. Menos filas, menos preguntas. Lo que sí demoró fue la entrega de equipaje. En una misma banda habían puesto los cinco vuelos que aterrizaron a esa hora.
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