11.6.09

Un viaje de $ 0,25 que puede llevar al estrés


Los viajes en busetas están llegando a su extinción en el Guayaquil de este siglo. La Metrovía, el sistema masivo de transporte que entró a operar, de a poco, hace casi tres años (julio 2006), le comenzó a poner fin no solo a los tradicionales buses, sino también a esas paradas 'al vuelo' que el guayaco estaba acostumbrado por décadas. Aquellos enormes buses azules, que llegaron de Brasil recorriendo un trayecto de casi 7.000 km, también han empezado a cambiar las costumbres de quienes por años estaban obligados a adaptarse a los gustos musicales y los estados de ánimo de los conductores de los colectivos. Ahora, desde una pantalla de televisión instalada en los buses de dos 'vagones', se imponen los ritmos. No hay opción a decir: "Música chofer". Tampoco a pedir que suban o bajen el volumen. El repertorio musical, que lo calibra una empresa que maneja las pantallas, es igual para todos los que suben a la 'metro' ese día. Por veinticinco centavos de dólar, la Metrovía traslada hoy a los guayacos en dos rutas. Una conecta al norte y al sur; la otra el centro con el noroeste. Es un viaje que, dependiendo de la hora, puede traer un estrés o distraer la vista en recorridos que duran entre 35 minutos (el primer trayecto) o una hora (el segundo). El olor a Chanel o Calvin Klein es casi imperceptible en la 'metro'. El ruidoso ventilador de los articulados, que se tuvo que adaptar después de varios días de operación, solo reproduce el aroma de ese Guayaquil popular y de clase media que se sube todos los días para ir a trabajar o estudiar. Que se confunde entre cientos de rostros. Con suerte se podrá ir sentado. La mayoría viaja de pie, compartiendo centímetros con otra persona. Si es hora 'pico' es probable que más de una cara esté casi impregnada a los vidrios del bus. No hay tregua para ir distraído. Las paradas son rápidas y, en ocasiones, hay que salir a empujones. Hay unos 120 mil usuarios viajando por día en las troncales de la ‘metro’. Un estudio hecho por la consultora Grupo Macro refiere que un 58% de personas que están satisfechas con el sistema. Ese estudio concluye que lo que los usuarios exigen de este medio de transporte es respeto a las leyes de tránsito y pasajes, así como mayor frecuencia de las unidades y respeto a las paradas.

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