Justin Buttar, un oficial de la TSA del aeropuerto Internacional de Salt Lake City, detectó un objeto que parecía espeluznante en la maleta de un viajero: un cráneo.
La imagen se reflejó en los rayos x. '¿Es esto un accesorio de Halloween?', se preguntaron los oficiales.
En una primera inspección era evidente que no era una calavera humana. Pero a primera vista, la imagen parecía tener todos los componentes de un dispositivo explosivo improvisado, incluyendo una fuente de alimentación, un iniciador, explosivos y un interruptor, dijo Russell Sitz, subdirector de seguridad federal de SLC para la detección.
El cráneo sospechoso tenía cables, una batería de 9 voltios y una sustancia desconocida pegada con cinta adhesiva al cráneo. Todo un hallazgo sospechoso, inquietante.
Justin Buttar consideró que el objeto era una amenaza obvia para el vuelo, llamó a su supervisor y se solicitó un especialista en Seguridad del Transporte-Explosivos (TSS-E).
Tras el examen de detección de rastros de explosivos, este dio negativo.
Cuando se contactó al propietario del equipaje sobre el contenido de su bolso, él dijo que el cráneo de plástico era una ayuda de capacitación para neurocirugía y que lo iban a llevar a un seminario de educación continua y a una feria comercial en Cancún, México.
Pese a la explicación, los oficiales se sentían inseguros de que el cráneo continúe su viaje al considerarse una amenaza potencial y se prohibió el viaje del artículo.
Tras el examen de detección de rastros de explosivos, este dio negativo.
Cuando se contactó al propietario del equipaje sobre el contenido de su bolso, él dijo que el cráneo de plástico era una ayuda de capacitación para neurocirugía y que lo iban a llevar a un seminario de educación continua y a una feria comercial en Cancún, México.
Pese a la explicación, los oficiales se sentían inseguros de que el cráneo continúe su viaje al considerarse una amenaza potencial y se prohibió el viaje del artículo.
La TSA consideró que un dispositivo de formación médica desmontado y debidamente etiquetado, incluida la información de contacto de la empresa, habría hecho de este inquietante caso tener un mejor tratamiento.
"Este incidente y la respuesta posterior son un ejemplo de cómo la TSA debe tomar en serio cada amenaza potencial a la seguridad y al mismo tiempo asegurarse de que el sistema de transporte no se ponga en riesgo", dijo el director de Seguridad Federal de la TSA Utah, Matt Davis.
"Este incidente y la respuesta posterior son un ejemplo de cómo la TSA debe tomar en serio cada amenaza potencial a la seguridad y al mismo tiempo asegurarse de que el sistema de transporte no se ponga en riesgo", dijo el director de Seguridad Federal de la TSA Utah, Matt Davis.
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