El récord del vuelo más largo de mundo lo tiene ahora la ruta Nueva York (Estados Unidos) y Sídney (Australia). Este vuelo, que llegó a Sídney este domingo 20 de octubre, se ha cubierto en 19 horas con 16 minutos.
La proeza se ha realizado en un avión Boeing 787-9 de la aerolínea Qantas, que ha sido una especie de experimento antes de poner en marcha el plan comercial.
Estos son algunos datos clave del vuelo experimental QF7879.
- Cuatro pilotos viajaron en ese vuelo y se relevaron por turnos a los mandos de la aeronave. Al ser un vuelo experimental se buscaba analizar cómo manejar el cansancio de los pilotos y los desface de los horarios.
-Los pilotos llevaron sensores que medían la actividad cerebral y el estado de alerta.
-El avión despegó por la noche del aeropuerto de Nueva York con solo 49 personas, la mayoría empleados de Qantas.
-Ya en el avión, a los pasajeros se les solicitó que ajustaran los relojes a la hora de Sídney. Además, para acoplarse a los horarios se les pidió que se mantuvieron despiertos hasta que se hizo de noche en el este de Australia.
-Como parte experimental de este largo vuelo se calibró la iluminación, se ayudó con algo de ejercicio, cafeína y una comida picante. Tras seis horas, les sirvieron una comida rica en carbohidratos, se les pidió que evitaran las pantallas y se atenuaron las luces para que pudieran dormir toda la noche.
-Este vuelo experimental es el primero de una serie de tres vuelos con los que Qantas se propone evaluar este año la viabilidad de los vuelos ultralargos.
-A bordo iban investigadores de dos universidades australianas para observar cómo duermen y se alimentan los pasajeros.
- El peso en este vuelo se redujo, lo que permitió embarcar suficiente cantidad de carburante para los 16.000 kilómetros del trayecto.
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Estos son algunos datos clave del vuelo experimental QF7879.
- Cuatro pilotos viajaron en ese vuelo y se relevaron por turnos a los mandos de la aeronave. Al ser un vuelo experimental se buscaba analizar cómo manejar el cansancio de los pilotos y los desface de los horarios.
-Los pilotos llevaron sensores que medían la actividad cerebral y el estado de alerta.
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-Ya en el avión, a los pasajeros se les solicitó que ajustaran los relojes a la hora de Sídney. Además, para acoplarse a los horarios se les pidió que se mantuvieron despiertos hasta que se hizo de noche en el este de Australia.
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