Trabajan a 31 metros de altura con una visión de 360 grados de Guayaquil. Para llegar hasta la torre con forma circular hay que tomar un ascensor. Desde allí se ve parte del centro, el río Guayas y el norte.
En la torre de control del aeropuerto de Guayaquil operan 22 controladores de tránsito aéreo (CTA o ATC, en inglés).
A la torre, que está frente a la terminal, solo accede personal autorizado. Y cuando llega un visitante se le pide apagar el celular y hablar lo más bajo posible.
Los vigilantes de las aerovías tienen diferentes labores. Los que trabajan en la torre de Guayaquil tienen la misión de guiar a los pilotos hasta 5 millas a la redonda.
Su trabajo está frente a pantallas en las que se ve la posición de los aviones y se barajan otros datos que sirven para guiar a los pilotos. Los CTA son los ojos de los pilotos.
El contacto de la torre con el piloto arranca cuando se cierran las puertas del avión. Un controlador lo lleva hasta el punto de espera, otro lo dirige por la pista hacia el despegue y desde otro mando se sigue el rastro del avión durante su ruta. Una rutina a la inversa ocurre cuando llegan aviones.
En la torre porteña los CTA laboran en tres turnos, con intervalos de descanso de 30 minutos. En pisos más abajo de la torre existe una pequeña sala con televisor. También hay camas para descanso.
En la torre de la ciudad se manejan entre 250 y 300 operaciones aéreas diarias, entre los aviones privados, comerciales y cargueros.
A los CTA que laboran en la torre los capacitaron por cerca de dos años en la escuela de entrenamiento de la Dirección de Aviación Civil en Quito.
La plantilla es joven, de entre 22 y 31 años. Provienen de diferentes ciudades: Quito, Loja, Guayaquil.
La mayoría de ellos tiene una pasión por la aviación que inició en la niñez. Unos tuvieron el apoyo de parientes que laboran en actividades aéreas y otros comenzaron ese gusto en ferias y exposiciones a las que asistieron de niños.
Detalles
Costo
La torre de Guayaquil fue construida en el 2006. Ekron realizó los trabajos. Costó 1 millón de dólares la estructura física y equipos.
Adquisiciones
Para la logística en la torre se compraron más equipos de comunicación y meteorológicos, nuevas pantallas de lectura de radar y circuito cerrado.
En la torre de control del aeropuerto de Guayaquil operan 22 controladores de tránsito aéreo (CTA o ATC, en inglés).
A la torre, que está frente a la terminal, solo accede personal autorizado. Y cuando llega un visitante se le pide apagar el celular y hablar lo más bajo posible.
Los vigilantes de las aerovías tienen diferentes labores. Los que trabajan en la torre de Guayaquil tienen la misión de guiar a los pilotos hasta 5 millas a la redonda.
Su trabajo está frente a pantallas en las que se ve la posición de los aviones y se barajan otros datos que sirven para guiar a los pilotos. Los CTA son los ojos de los pilotos.
En la torre porteña los CTA laboran en tres turnos, con intervalos de descanso de 30 minutos. En pisos más abajo de la torre existe una pequeña sala con televisor. También hay camas para descanso.
En la torre de la ciudad se manejan entre 250 y 300 operaciones aéreas diarias, entre los aviones privados, comerciales y cargueros.
A los CTA que laboran en la torre los capacitaron por cerca de dos años en la escuela de entrenamiento de la Dirección de Aviación Civil en Quito.
La plantilla es joven, de entre 22 y 31 años. Provienen de diferentes ciudades: Quito, Loja, Guayaquil.
La mayoría de ellos tiene una pasión por la aviación que inició en la niñez. Unos tuvieron el apoyo de parientes que laboran en actividades aéreas y otros comenzaron ese gusto en ferias y exposiciones a las que asistieron de niños.
Detalles
Costo
La torre de Guayaquil fue construida en el 2006. Ekron realizó los trabajos. Costó 1 millón de dólares la estructura física y equipos.
Adquisiciones
Para la logística en la torre se compraron más equipos de comunicación y meteorológicos, nuevas pantallas de lectura de radar y circuito cerrado.
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