Aplicar el distancimiento social en los aviones, con una limitación en la venta de los asientos o dejando vacía la silla central, podría aumentar los costos de los pasajes.
La IATA, que agrupa a la mayor parte de las aerolíneas del mundo, advierte que las tarifas aéreas podrían subir del 43 % al 54 %, dependiendo de la región para alcanzar los costos de equilibrio.
En América Latina, el promedio de una tarifa bordea los 146 dólares, pero si se aplica una tarifa considerando el distanciamiento social podría llegar a 219 dólares, es decir, un aumento del 50 %.
Mientras que en Norteamérica, una tarifa promedio pasaría de 202 a 289 dólares si se dejan de vender asientos. Las líneas americanas que se han mantenido operando en estas semanas han tenido que limitar el número de asientos en los vuelos durante esta pandemia, pero mantener la medida acarrea un alto costo.
La IATA aconseja que el riesgo de transmisión a bordo es bajo y el uso de mascarillas ya supone reducir más las probabilidades de contagio.
El organismo anota que incluso si se obliga a mantener abierto el asiento central no proporcionará la separación recomendada para el distanciamiento social sea efectivo. IATA señala que la mayoría de autoridades aconseja entre 1 y 2 metros, pero el ancho promedio del asiento es inferior a 50 cm.
La venta limitada de asientos también sería un duro golpe para el segmento low cost o bajo costo. La medida implicaría llevar al menos un tercio de los asientos vacíos, algo que sería insostenible para este tipo de aerolíneas que buscan una alta ocupación en cada vuelo ofertando pasajes a costos bajos.
Las aerolíneas están recordando, para tranquilidad de los pasajeros, que los filtros de aire de partículas de alta eficiencia HEPA en los aviones modernos limpian el aire de la cabina con una calidad de un quirófano, además de los altos niveles de circulación del aire fresco.
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El organismo anota que incluso si se obliga a mantener abierto el asiento central no proporcionará la separación recomendada para el distanciamiento social sea efectivo. IATA señala que la mayoría de autoridades aconseja entre 1 y 2 metros, pero el ancho promedio del asiento es inferior a 50 cm.
La venta limitada de asientos también sería un duro golpe para el segmento low cost o bajo costo. La medida implicaría llevar al menos un tercio de los asientos vacíos, algo que sería insostenible para este tipo de aerolíneas que buscan una alta ocupación en cada vuelo ofertando pasajes a costos bajos.
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