Las filas de aviones, uno detrás de otro, esperando autorización para despegar es parte de la rutina en sus pistas. El JFK es uno de los aeropuertos con más tráfico en Estados Unidos y una de las terminales con la mayor cantidad de líneas aéreas de todo el mundo.
Ubicado en las afueras de Nueva York, a unos 20 km de Manthatan, esta terminal atiende unos 60 millones de pasajeros cada año. Para tener una idea, Guayaquil mueve en un año ni el 10% de esos pasajeros.
Para un usuario nuevo, el aeropuerto puede resultar inmenso. De susto. Para perderse. Sin embargo, es un aeropuerto, que aunque tiene ya sus años, está bien señalizado, que podría ser fácil de explorar.
El JFK, que es operado por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, está dividido en ocho terminales. Para ir de una a otra terminal se puede tomar el tren interno que no tiene costo. El sistema se llama AirTrain.
El trencito del aeropuerto
No hay cómo perderse. El trencito va recorriendo todas las paradas, que se anuncian en las pantallas. Recorrer el tren puede ser un verdadero placer para admirar las terminales y el movimiento, sobre todo en una mañana soleada.
El tren es gratis para ir a las terminales, estacionamientos, a los hoteles del aeropuerto o las zonas para rentar carros.
Para evitar contratiempos, uno puede verificar en el boleto la terminal de llegada o salida. En el JFK, cada aerolínea tiene terminales asignadas. Así, por ejemplo, Copa usa la 4 y Latam la 8.
Si uno llega a Nueva York y quiere tomar un metro desde el aeropuerto a la ciudad deberá comprar una tarjeta de Metrocard en las estaciones de Jamaica o Howard Beach y cargar una tarifa de tren y una tarifa de metro de la MTA.
Entrar al sistema de Airtrain para conectarse con el metro cuesta $ 5 al ingresar o salir y la tarifa del metro es de $ 2,75. Los niños hasta cinco años viajan gratis.
En cambio, para llegar al JFK, que está en el distrito de Queens, se puede tomar el metro. Dependiendo del lugar se puede empatar diferentes líneas del metro. Hasta ahora no hay ningún tren directo entre Manhatan, que es el corazón de la mayor ciudad de Estados Unidos, y su mayor aeropuerto.
La combinación AirTrain y metro es lo más económico que uno puede tener para ir a Nueva York, pues un taxi puede cobrar hasta 75 dólares a Manhattan. Eso sí, el uso de esta combinación es mejor hacerlo con una maleta o equipaje ligero. Para conocer mejor los costos y el recorrido del AirTrain puede tomar trípticos explicativos en las terminales.
Las terminales del aeropuerto
Las terminales del JFK guardan una distribución similar. Las tiendas de Duty Free y restaurantes se repiten. El pasajero puede hallar cadenas de comida rápida como McDonalds o las tiendas de conveniencia como Hudson, que expanden bebidas y souvernirs.
Nueva York es una ciudad costosa, aunque en el aeropuerto uno puede hallar precios similares a Manhattan en cadenas de comida rápida.
Ventanales para fotografiar
Cada terminal tiene ventanales grandes que permiten hacer gráficas de los aviones. Unos tienen mejor perspectiva que otras. Los amantes de spotting podrían pasar momentos amenos fotografiando aviones mientras esperan su vuelo.
Una de las ventajas del JFK es que tiene wifi en todas sus salas. La Internet es rápida y el acceso nada complicado.
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Ubicado en las afueras de Nueva York, a unos 20 km de Manthatan, esta terminal atiende unos 60 millones de pasajeros cada año. Para tener una idea, Guayaquil mueve en un año ni el 10% de esos pasajeros.
Para un usuario nuevo, el aeropuerto puede resultar inmenso. De susto. Para perderse. Sin embargo, es un aeropuerto, que aunque tiene ya sus años, está bien señalizado, que podría ser fácil de explorar.
El JFK, que es operado por la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, está dividido en ocho terminales. Para ir de una a otra terminal se puede tomar el tren interno que no tiene costo. El sistema se llama AirTrain.
El trencito del aeropuerto
No hay cómo perderse. El trencito va recorriendo todas las paradas, que se anuncian en las pantallas. Recorrer el tren puede ser un verdadero placer para admirar las terminales y el movimiento, sobre todo en una mañana soleada.
El tren es gratis para ir a las terminales, estacionamientos, a los hoteles del aeropuerto o las zonas para rentar carros.
Para evitar contratiempos, uno puede verificar en el boleto la terminal de llegada o salida. En el JFK, cada aerolínea tiene terminales asignadas. Así, por ejemplo, Copa usa la 4 y Latam la 8.
Si uno llega a Nueva York y quiere tomar un metro desde el aeropuerto a la ciudad deberá comprar una tarjeta de Metrocard en las estaciones de Jamaica o Howard Beach y cargar una tarifa de tren y una tarifa de metro de la MTA.
Entrar al sistema de Airtrain para conectarse con el metro cuesta $ 5 al ingresar o salir y la tarifa del metro es de $ 2,75. Los niños hasta cinco años viajan gratis.
En cambio, para llegar al JFK, que está en el distrito de Queens, se puede tomar el metro. Dependiendo del lugar se puede empatar diferentes líneas del metro. Hasta ahora no hay ningún tren directo entre Manhatan, que es el corazón de la mayor ciudad de Estados Unidos, y su mayor aeropuerto.
La combinación AirTrain y metro es lo más económico que uno puede tener para ir a Nueva York, pues un taxi puede cobrar hasta 75 dólares a Manhattan. Eso sí, el uso de esta combinación es mejor hacerlo con una maleta o equipaje ligero. Para conocer mejor los costos y el recorrido del AirTrain puede tomar trípticos explicativos en las terminales.
Las terminales del aeropuerto
Las terminales del JFK guardan una distribución similar. Las tiendas de Duty Free y restaurantes se repiten. El pasajero puede hallar cadenas de comida rápida como McDonalds o las tiendas de conveniencia como Hudson, que expanden bebidas y souvernirs.
Nueva York es una ciudad costosa, aunque en el aeropuerto uno puede hallar precios similares a Manhattan en cadenas de comida rápida.
Ventanales para fotografiar
Cada terminal tiene ventanales grandes que permiten hacer gráficas de los aviones. Unos tienen mejor perspectiva que otras. Los amantes de spotting podrían pasar momentos amenos fotografiando aviones mientras esperan su vuelo.
Una de las ventajas del JFK es que tiene wifi en todas sus salas. La Internet es rápida y el acceso nada complicado.
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