7.1.19

¿Por qué Tame dejará de volar a Nueva York? Cinco hechos para entender la decisión

Nueva York es una de las rutas a las que vuelan las principales aerolíneas del mundo. Es la meta que se trazan también  las aerolíneas de bandera nacional que son insignia en sus respectivos países.


El A330 entrando al JFK. Foto: @JonCheris


Y claro, obtener el aval para entrar a ese destino apetecido no es un asunto fácil por los permisos y certificados que deben tener.  Tame entró a ese mercado hace cinco años. Y para eso rentó un avión Airbus A330. El único de su flota.

A mediados de diciembre del 2018, la aerolínea anunció que a fines de enero del 2019 dejaría de volar a ese destino y devolvería anticipadamente el avión a su dueño. El contrato acababa a mitad de año.

¿Qué pasó para que la aerolínea asuma esa decisión? Veamos 5 hechos que podrían explicar esa desición


Cambios entre Quito y Guayaquil 


La ruta de Tame a Nueva York comenzó en Guayaquil. Sus inicios fueron buenos en cuanto a ocupación. De hecho, el vuelo se nutría de pasajeros del austro, que tienen parientes en Queens, Nueva York. Y cuando todo parecía marchar bien,  Tame cambió de decisión y se llevó la ruta a Quito. La decisión no la lograron comprender ni en la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil, pues se suponía que el vuelo tenía buena ocupación. Se esgrimieron razones políticas.





Tarifa baja que no cubría costos

Tame entró en esa ruta con una tarifa baja. Oscilaba entre los 490 y 550 dólares en temporadas de oferta. Era uno de sus puntos favorables para asegurar ocupación de sus sillas. Era una tarifa que tampoco daba para subirla más. Tenía un serio limitante. La cabina del A330 no era de las mejores en esa ruta: asientos algo incómodos, un sistema de entretenimiento limitado y desactualizado... Las dos veces que volamos en el A330 no operaba el sistema en las sillas que nos asignaron. Una tarifa media baja evidentemente le pasaba factura a los costos. Esa ruta dejaba pérdidas anuales que superaban los 10 millones de dólares.








Dos maletas bien, pero despacho con problemas 


Un plus de Tame en su ruta a Nueva York era que ofrecía dos maletas en bodega como parte de la tarifa. Una ventaja para el pasajero para esa ruta. Pero, si bien eso era una ventaja, en ocasiones era un problema para los pasajeros en conexión especialmente a Guayaquil. En varias ocasiones hubo quejas porque el equipaje no llegaba completo a Guayaquil. Se quedaba en Quito debido a que el vuelo en la ruta Quito-Guayaquil, que se hacía en aviones pequeños, venía lleno y había que esperar el siguiente para que llegue con el equipaje. Un dolor de cabeza para el pasajero que de por sí ya viene estresado por el trajín. Experimentamos eso en uno de los vuelos que hicimos en ese avión.

Un solo avión, un problema

Tame entró a cubrir esta ruta con un solo avión. Eso, a lo largo de estos cinco años, le generó problemas cuando la nave tuvo imprevistos para volar. Varias ocasiones hubo pasajeros varados por mantenimientos no previstos del A330. Y cuando tuvo que mandar el avión a chequeos, Tame se vio en la necesidad de rentar un avión de una aerolínea turca.





Caro mantenimiento 


Tener un solo A330 también le representaba un costo significativo. Debía tener pilotos, mecánicos y personal para atender esa 'flota' de un solo avión. Un alto costo para una sola línea de producción con un avión que solo volaba 14 horas y el resto estaba parado. Eso en un negocio como la aviación no es rentable.  Tame tiene cuatro flotas distintas. De hecho, los pilotos de esa línea eran los que más ganaban en la compañía. Y por eso, este A330 no entra en los planes de homologación que tiene la empresa en este 2019.

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