Van rumbo a Acapulco para cumplir una misión. Cantinflas y su compadre embarcan en un vuelo de Aeronaves. El avión llamado Ciudad de Guadalajara enciende los motores y arranca la pesadilla para Borolas, el compadre de Cantinflas.
Un fuerte dolor de oídos lo aqueja.
La azafata se acerca y le entrega un chicle como solución para calmar ese dolor.
La escena es parte de la película Sube y Baja de hace 60 años. Pero la molestia que tuvo Borolas -en ese mundo ficticio- aún sigue siendo una pesadilla para cientos de pasajeros que viajan en aviones. Esto, pese a que las aeronaves de hoy cuentan con cabinas que están presurizadas precisamente para controlar las variaciones repentinas de presión.
Ese traumatismo se llama barotrauma y se produce por los cambios bruscos de presión en los viajes de avión.
Quienes lo sufren puede tener la sensación de taponamiento, una leve sordera o ruidos graves en el oído.
¿Qué se puede hacer para que el viaje sea menos doloroso?
Los especialistas hablan de, al menos, siete trucos que se pueden aplicar para aliviar o desaparecer esta molestia.
- Puede masticar un chicle o caramelo suave en el ascenso y en el descenso, que son los momentos cuando se registran los mayores cambios de presión. Al activarse los músculos se puede equilibrar la presión.
-Un ejercicio eficaz es bostezar, pues al abrir la boca se activan músculos que abren la trompa de Eustaquio.
-También se aconseja ingerir cualquier tipo de líquidos. Al beber, el líquido ayudará a que el aire circule y los oídos aguanten mejor la presión.
-Los especialistas indican que si se sufre de este traumatismo al volar es aconsejable evitar dormir durante el descenso, debido a que en el sueño la deglución es menos frecuente.
-Aplicar la maniobra de Valsalva es otra opción para destapar los oídos. Consiste en tapar con los dedos la nariz, tomar un poco de aire y tratar de expulsarlo manteniendo la nariz y la boca tapadas.
-Si alguien ha detectado que tiene barotrauma, los médicos recomiendan no usar el avión para viajar si existe resfriado o catarro agudo. Pero si es preciso que tome el vuelo es aconsejable que haga terapias de descongentión antes de abordar.
- En los niños más pequeños la succión del chupete o el biberón al bajar puede ser suficiente para evitar este problema.
Un fuerte dolor de oídos lo aqueja.
La azafata se acerca y le entrega un chicle como solución para calmar ese dolor.
La escena es parte de la película Sube y Baja de hace 60 años. Pero la molestia que tuvo Borolas -en ese mundo ficticio- aún sigue siendo una pesadilla para cientos de pasajeros que viajan en aviones. Esto, pese a que las aeronaves de hoy cuentan con cabinas que están presurizadas precisamente para controlar las variaciones repentinas de presión.
Ese traumatismo se llama barotrauma y se produce por los cambios bruscos de presión en los viajes de avión.
Quienes lo sufren puede tener la sensación de taponamiento, una leve sordera o ruidos graves en el oído.
¿Qué se puede hacer para que el viaje sea menos doloroso?
Los especialistas hablan de, al menos, siete trucos que se pueden aplicar para aliviar o desaparecer esta molestia.
- Puede masticar un chicle o caramelo suave en el ascenso y en el descenso, que son los momentos cuando se registran los mayores cambios de presión. Al activarse los músculos se puede equilibrar la presión.
-Un ejercicio eficaz es bostezar, pues al abrir la boca se activan músculos que abren la trompa de Eustaquio.
-También se aconseja ingerir cualquier tipo de líquidos. Al beber, el líquido ayudará a que el aire circule y los oídos aguanten mejor la presión.
-Los especialistas indican que si se sufre de este traumatismo al volar es aconsejable evitar dormir durante el descenso, debido a que en el sueño la deglución es menos frecuente.
-Aplicar la maniobra de Valsalva es otra opción para destapar los oídos. Consiste en tapar con los dedos la nariz, tomar un poco de aire y tratar de expulsarlo manteniendo la nariz y la boca tapadas.
-Si alguien ha detectado que tiene barotrauma, los médicos recomiendan no usar el avión para viajar si existe resfriado o catarro agudo. Pero si es preciso que tome el vuelo es aconsejable que haga terapias de descongentión antes de abordar.
- En los niños más pequeños la succión del chupete o el biberón al bajar puede ser suficiente para evitar este problema.
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