Usar una tarjeta de crédito en una importante compra para acumular las millas puede ser algo 'bueno' a simple vista, pero el banco probablemente tenga a ese producto o servicio entre los que no permiten esa acumulación.
Un amplío número de tarjetahabientes cree que todo lo que compra acumula millas. No obstante, los bancos emisores que trabajan con planes de millas tienen listas de consumos que no aplican dentro de los programas de recompensa.
Por eso, antes de hacer una compra lo recomendable es saber qué acumula o no millas. En Sudamérica hay, al menos, unos 20 consumos que no acumulan millas.
Dentro de esa lista suele aparecer la compra de vehículos. Sí, aunque hay muchos que suelen usar la tarjeta de crédito para pagar una parte o todo el crédito automotriz, hay bancos que no incluyen la adquisición de vehículos en la acumulación de millas. Así que, si alguien tiene planes de pagar unos 10.000 dólares para obtener 10 000 millas, olvídelo. No hay esa opción.
El financimiento de motos, un producto cuya compra está en crecimiento en la región, tampoco está considerado entre los consumos que acumulan millas.
Si se usa la tarjeta de crédito para tanquear con gasolina el carro o la moto, este tipo de gasto no está en la lista de cosas que dan millas a los clientes.
La lista de consumos que no acumulan millas sigue. Las multas de tránsito, el pago de impuestos, la adquisión de servicios gubernamentales y públicos tampoco ganan millas, sea por el valor que sea.
Los avances en efectivo, los procesos de refinanciamiento, los servicios express o los pagos anuales que se cobran por el mantenimiento de la tarjeta también están fuera de las cosas que acumulan millas. El valor que se paga por duplicados de tarjetas no gana millas. También los bancos no otorgan millas en algunos convenios.
Consumos realizados por donaciones a fundaciones u organizaciones de beneficencia están exentos de acumulación de millas.
Un amplío número de tarjetahabientes cree que todo lo que compra acumula millas. No obstante, los bancos emisores que trabajan con planes de millas tienen listas de consumos que no aplican dentro de los programas de recompensa.
Por eso, antes de hacer una compra lo recomendable es saber qué acumula o no millas. En Sudamérica hay, al menos, unos 20 consumos que no acumulan millas.
Dentro de esa lista suele aparecer la compra de vehículos. Sí, aunque hay muchos que suelen usar la tarjeta de crédito para pagar una parte o todo el crédito automotriz, hay bancos que no incluyen la adquisición de vehículos en la acumulación de millas. Así que, si alguien tiene planes de pagar unos 10.000 dólares para obtener 10 000 millas, olvídelo. No hay esa opción.
El financimiento de motos, un producto cuya compra está en crecimiento en la región, tampoco está considerado entre los consumos que acumulan millas.
Si se usa la tarjeta de crédito para tanquear con gasolina el carro o la moto, este tipo de gasto no está en la lista de cosas que dan millas a los clientes.
La lista de consumos que no acumulan millas sigue. Las multas de tránsito, el pago de impuestos, la adquisión de servicios gubernamentales y públicos tampoco ganan millas, sea por el valor que sea.
Los avances en efectivo, los procesos de refinanciamiento, los servicios express o los pagos anuales que se cobran por el mantenimiento de la tarjeta también están fuera de las cosas que acumulan millas. El valor que se paga por duplicados de tarjetas no gana millas. También los bancos no otorgan millas en algunos convenios.
Consumos realizados por donaciones a fundaciones u organizaciones de beneficencia están exentos de acumulación de millas.
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Hay tarjetas que tampoco permiten la acumulación de millas por compras inmobiliarias o pagos de alícuotas de condominios o viviendas.
Además, en esta lista constan consumos por renta o venta de maquinarias, servicios pagados en laboratorios médicos, servicios publicitarios, pagos de fianza, costos judiciales y agencias de empleo.
Por lo general cuando un banco emite una tarjeta con el programa de acumulación de millas suele presentar los beneficios, pero no las restricciones del producto. En este caso, el cliente puede solicitar al banco la lista de los consumos que no acumulan ni millas ni kilómetros. Los bancos los suelen identificar con códigos.
El servicio de mantenimiento del programa antes no tenía costo, pero ahora los bancos tienen una tarifa que la cobran después del primer año de servicio. Es decir, el primer año la tarjeta no tiene costo, pero al siguiente se comienza a pagar por ser parte del programa.
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Por lo general cuando un banco emite una tarjeta con el programa de acumulación de millas suele presentar los beneficios, pero no las restricciones del producto. En este caso, el cliente puede solicitar al banco la lista de los consumos que no acumulan ni millas ni kilómetros. Los bancos los suelen identificar con códigos.
El servicio de mantenimiento del programa antes no tenía costo, pero ahora los bancos tienen una tarifa que la cobran después del primer año de servicio. Es decir, el primer año la tarjeta no tiene costo, pero al siguiente se comienza a pagar por ser parte del programa.
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